domingo, diciembre 09, 2007

Se inicia el primer juicio a Fujimori por dos masacres



Es por la matanza de la Universidad de La Cantuta, en 1992, y por el fusilamento de 15 personas en Barrios Altos, en 1991. Los cargos contra el ex dictador incluyen el secuestro de un empresario y de un periodista. El juicio podría durar un año




Por TAMY HIGA

LIMA (AP) _ El primer juicio al ex presidente Alberto Fujimori por las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, y por el secuestro de un empresario y un periodista durante su gestión, comenzará el lunes.

Los familiares de las víctimas y organizaciones de defensa de los derechos humanos esperan que sea condenado.

``Todas las víctimas de la violencia política, que durante años vivieron sufriendo la postergación en materia de justicia, mañana (lunes), con el inicio del juicio a Alberto Fujimori, muchas de ellas van a estar frente a la posibilidad de alcanzar justicia'', dijo el domingo a Canal N el director de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh), Miguel Jugo.

Indicó también que el día del primer juicio a Fujimori, el lunes 10 de diciembre, casualmente coincide con el Día Internacional de los Derechos Humanos.

Esta es la primera vez que el ex presidente se sentará en el banquillo de los acusados por violaciones a los derechos humanos que se cometieron durante su gestión (1990-2000), esto es, por el asesinato de nueve estudiantes y un profesor de la universidad La Cantuta (1992), la matanza de 15 personas en Barrios Altos (1991), y el secuestro de un empresario y un periodista en el sótano del Servicio de Inteligencia del Ejército, para lo cual la fiscalía ha pedido 30 años de cárcel.

Jugo consideró que Fujimori ``debe ser condenado... (pues) la fiscal (chilena) Mónica Maldonado dijo que había razones más que suficientes para extraditarlo'' desde Chile al Perú.

Fujimori llegó a Chile en noviembre del 2005 procedente de Japón, país en el que vivió por cinco años y desde donde renunció a su cargo de presidente en el 2000. Perú pidió su extradición al país sureño, proceso que concluyó en septiembre de este año. Raida Cóndor, madre de uno de los estudiantes asesinados de La Cantuta, afirma estar preparada para enfrentarse al ex presidente durante el proceso judicial.

``Yo Raida Cóndor, la madre de Armando Amaro Cóndor, su víctima, estaré ahí mirándole la cara y preguntándole 'Oye, ¿por qué mataste a mi hijo?', '¿Cuál fue su delito para que lo mataras?'''.

``Esta lucha de 15 años no es solamente por mi hijo, no; es por todos los estudiantes, por todas las personas que han desaparecido. En nombre de ellos quiero pedir al señor magistrado que no le tiemble la mano para juzgar a este asesino de Fujimori'', enfatizó.

De otro lado, el presidente del Consejo Nacional de la Magistratura, Maximiliano Cárdenas, rebatió el comentario del abogado de Fujimori, César Nakazaki, quien afirmó que la presión mediática podría influir sobre los magistrados a la hora de dictar sentencia en contra de su defendido.

``El Consejo expresa su confianza en este tribunal que está integrado por magistrados que gozan de todos los méritos. Es un tribunal que brinda confianza por sus antecedentes. Estamos seguros que estarán a la altura de su responsabilidad'', subrayó.
AP-NY-12-09-07 1640EST<



La hora de la verdad sobre una época nefasta

Por MONTE HAYES

LIMA (AP) _ Cuando el ex presidente Alberto Fujimori comparezca el lunes ante un tribunal que lo acusa de asesinato y secuestro por supuestamente haber avalado las operaciones de un escuadrón militar de la muerte para combatir la subversión, muchos peruanos se encontrarán ante una incómoda hora de la verdad.

El juicio evoca oscuros recuerdos de una época inquietante de coches-bomba y apagones en las ciudades, y masacres de campesinos por parte de las fuerzas armadas y los rebeldes en remotas zonas andinas.

El gobierno de Fujimori apeló a duras tácticas para derrotar a Sendero Luminoso, represión que le valió recibir un gran apoyo en ese entonces.

Pero ahora que Fujimori es juzgado acusado de abusos a los derechos humanos, muchos peruanos que lo apoyaron se ven forzados a reexaminar su propia responsabilidad moral en lo que ocurrió.

``El juicio está generando, digamos, respuestas ambivalentes y complejas, y mucha gente además no dice en voz alta lo que piensa'', dijo Jorge Bruce, un conocido psicoanalista y comentarista, en una entrevista.

``Muchas personas se sienten muy conflictuadas porque por un lado las evidencias de la corrupción fujimorista son abrumadoras, y por otro lado, existe esta tradición autoritaria de decir: 'bueno, si todos roban por qué Fujimori tendría que ser diferente. Por lo menos él nos liberó del terrorismo'. Es verdad que son los ánimos que se ven en muchos sectores del país'', manifestó.

El régimen autocrático de 10 años de Fujimori se derrumbó en medio de un escándalo de corrupción en el 2000, que comprometió a su más cercano asesor, el entonces jefe de inteligencia Vladimiro Montesinos, obligando a Fujimori a abandonar Perú para exiliarse en Japón, tierra de sus antepasados.

Fue extraditado de Chile a Perú en septiembre para responder a la justicia por múltiples cargos por abusos a los derechos humanos, abuso de autoridad y corrupción.

En el juicio que se inicia el lunes Fujimori, de 69 años, enfrenta una pena de hasta 30 años de prisión y una multa de unos 33 millones de dólares, si es hallado responsable del secuestro y asesinato de nueve estudiantes y un profesor de la Universidad La Cantuta en 1992, y la masacre de 15 personas en un solar en el distrito de Barrios Altos en Lima en 1991.

Pero Fujimori niega tener responsabilidad alguna.

El juicio también incluye acusaciones de que ordenó el secuestro de un prominente periodista y un empresario, que fueron posteriormente liberados después de ser interrogados por militares.

El ex presidente enfrenta además otros juicios por diversos cargos.

Sus críticos, especialmente los grupos de derechos humanos, argumentan que Fujimori debe ser juzgado y sentenciado por sus abusos como ejemplo de que los líderes de sociedades democráticas serán responsabilizados por sus acciones autoritarias.

``Nosotros estamos claros en que una estrategia contrasubversiva tiene que tener un pleno respeto a los derechos humanos. La estrategia de Fujimori fue precisamente amputar, y creemos que aquí había suficientes medicinas como para sanar y sacar adelante al enfermo'', dijo Miguel Jugo, codirector de la principal asociación de derechos humanos de Perú.

Perú ha cambiado dramáticamente desde que Fujimori huyó hace siete años y envió su renuncia por fax desde Tokio. La democracia se ha consolidado con dos presidentes elegidos libremente y el país ha gozado de seis años de fuerte crecimiento económico sostenido.

Pero muchos peruanos no dudan en sostener que el crecimiento está basado en las reformas de libre mercado implementadas por Fujimori tras cerrar el Congreso en 1992, acusándolo de bloquear sus medidas antiterroristas y sus propuestas económicas. Su desafiante medida hizo que su popularidad se disparara al 80%.

``Tengo 43 años y durante toda mi vida, sin lugar a dudas, el mejor gobierno que ha tenido Perú es el de Fujimori'', dijo Víctor Torres Delgado, supervisor en una fábrica de chocolate.

``Fujimori salvó al país del desastre, y si hubo problemas después con la corrupción, fueron pequeños en comparación con lo que hubiera pasado en Perú si Fujimori no hubiera sido presidente''.

Diarios, partidos políticos y grupos de derechos humanos _los que sufrieron años de intimidación bajo el gobierno de Fujimori_ aplauden su extradición, pero el apoyo político por el ex presidente ha crecido desde su retorno.

Una encuesta independiente de la Universidad de Lima en octubre mostró que Fujimori es el segundo político más popular en el país, por encima del presidente Alan García, ahora en su segundo gobierno, y sólo superado por el alcalde de Lima Luis Castañeda. Un 55% de los encuestados aprobó su gobierno, elogiando la guerra contra el terrorismo y la asistencia que brindó a los pobres.

Cinco años atrás, una encuesta similar dio a su gobierno sólo un 32% de evaluación positiva.

El respaldo político con el que cuenta se refleja en un importante bloque en el Congreso liderado por su hija Keiko, de 32 años, que fue elegida el año pasado con 600.000 votos, mucho más que cualquier otro legislador. Su padre dijo de ella que tenía lo que hacía falta para ser presidente.

Los peruanos admiran a Fujimori principalmente por su lucha contra Sendero Luminoso. La captura de su máximo líder Abimael Guzmán en 1992, luego que Fujimori cerró el Congreso, fue el punto de quiebre en una guerra que dejó casi 70.000 muertos desde 1980 al 2000.

Pero el grupo rebelde, aunque reducido a unos cuantos cientos de combatientes y obligado a retroceder hacia sus bastiones en regiones aisladas de la selva, no ha desaparecido y en años recientes ha crecido lentamente ayudado por la colaboración de narcotraficantes.

Muchos peruanos en las áreas rurales culpan a los dos gobiernos que siguieron al de Fujimori por el retorno de Sendero Luminoso.

En la remota selva del valle del río Apurímac, las milicias civiles que combatieron a los rebeldes en un conflicto que ocasionó 8.000 muertes en esa área en los años 80 y 90, se quejan de que el gobierno de García y el de su predecesor Alejandro Toledo, los han abandonado.

Y ellos están indignados por el hecho de que Fujimori, quien los apoyó con armas y municiones, ahora enfrente un juicio por la represión a los insurgentes.

``No es justo, si como dicen, él ordenó matar en Barrios Altos, pero realmente no hay por qué juzgarlo a él. Hizo lo que tenía que hacer. Si algún día vuelve, yo sé que estamos para recibirlo cuando él entre de vuelta al gobierno'', dijo José Luis Farfán, de 33 años, jefe de una milicia en el pueblo de Triboline, en la selva del valle del río Apurímac.

Mientras habla, sostiene en su brazo derecho una escopeta de repetición Winchester, una de las doce que su pueblo recibió de Fujimori para defenderse de Sendero Luminoso.

No hay comentarios.:

Visitas
 
Top Blogs Argentina