Carlos Alberto Cianco (foto), ex comisario, fue convocado en 1976 por Camps para dirigir el cementerio de La Plata. Así controlaron el ingreso de 400 cadáveres NN.
"Serían unos 100 o 150, los cuerpos de jóvenes allí sepultados", contestó al Tribunal que juzga al represor Etchecolatz cuando se le preguntó si conocía la cantidad aproximada de las inhumaciones que se hicieron en el sector de los NN.
El comisario retirado dijo que asumió ese cargo en julio de 1976, por orden expresa del entonces Jefe de la Policía, Ramón Camps, quien lo citó en su despacho para comunicarle la designación.
No obstante, el testigo quiso despegarse de Camps. Señaló que el jefe policial lo amenazó con quitarle la jubilación si no aceptaba el puesto: "No fue una colaboración, fue una obligación", remarcó, y negó haber recibido directivas sobre el funcionamiento del cementerio por parte del represor.
Aseguró que durante su gestión, todos los NN fueron sepultados en cajones suministrados especialmente por Servicios Públicos de la Municipalidad local y negó conocer la práctica de inhumaciones clandestinas a cargo de personal de las fuerzas de seguridad.
Explicó que las tumbas de las personas NN no estaban identificadas de ninguna forma y recordó que "nosotros le pusimos cruces y un número de orden, de acuerdo a la fecha en las que fueron enterrados".
Además, encuadró los casos en una aparente normalidad: dijo no haber visto nunca esos cuerpos ya que "los cajones venían cerrados y era necesaria una orden judicial para abrirlos".
"Nunca constaté nada raro", respondió el testigo cuando tuvo que responder sobre posibles enterramientos clandestinos dentro del predio municipal. Sin embargo, terminó por admitir que en esos años "había rumores" según los cuales "se enterraba de noche y bajaban helicópteros". Cianco dijo que nunca vio que eso sucediera, aunque reconoció que el sereno que vigilaba el lugar durante la noche "estaba en una oficina encerrado con llave y muerto de miedo".
(Con información de Télam La Plata, DyN La Plata y Justicia Ya)
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