Fue en Estados Unidos. Una jueza lo condenó por atacar a dos menores. Pero no lo mandó a un penal, ya que con su metro y medio "correría peligro". Enorme polémica
"Usted es un criminal sexual y su víctima es un niño", le dijo la jueza. Pero enseguida añadió: "Eso no significa que sea un depredador. Usted no cabe en esa categoría". Desde lo alto del estrado, con toga, peluca y un martillo en la mano, la magistrada había dicho, momentos antes: "Lo declaro culpable". Richard W. Thompson (50), enfundado en unos pequeños pantalones, la miraba desde su 1,55 metros de estatura. Y fue entonces que ella, la jueza que definía su destino, lo dijo: sus crímenes merecían una larga condena de cárcel, pero no sobreviviría a la prisión.... por su tamaño.
Así, la magistrada Kristine Cecava, que entró en el gran ojo de una tormenta tropical, lo condenó a 10 años de probation: en libertad, tendrá que llevar una pulsera electrónica y no podrá estar solo con menores de 18, ni convivir, noviar ni casarse con una persona con hijos bajo ese límite de edad. Las restricciones que le impuso la jueza llegan hasta la prohibición de "poseer material pornográfico", pero ése ya no es el debate que envuelve al estado norteamericano de Nebraska.
La cuestión, esta vez y como tantas, es por el tamaño.
Rechazos y defensas
El caso ya despertó adherencias y rechazos. Entre los primeros, habló el secretario de la Organización Nacional de los Adultos de Baja Estatura de Estados Unidos ( http://www.nossaonline.org), Joe Mangano, de 1,60 metros, que estimó que es hora de que alguien reconozca los retos que los petisos enfrentan.
"Probablemente terminaría siendo la mujer de alguien" en la cárcel, consideró. "Entonces, nuevamente, después de lo que hizo, alguna gente podría pensar que él merece esa especie de destino", acotó.
Distinta es la opinión de Marla Sohl, de la Coalición contra el Abuso y la Violencia Sexual Doméstica de Nebraska. "Estoy desconcertada por el mensaje que se le envía a las víctimas y a los depredadores", se quejó.
Añadió que más desconcierto le produce que se preocupen por la seguridad del criminal antes que por la de su víctima.
Amy Miller, directora legal de Unión de Libertades Civiles (ACLU) de Nebraska, expresó: "Nunca he oído algo como esto".
"Nadie vino a nuestra organización con un problema de discriminiación por altura", agregó. Pero Mangano retrucó que está de acuerdo con la decisión de la jueza, de que la estatura del criminal podría traerle peligros en la cárcel.
"Estoy diciendo que un preso petiso tiene muchas más dificultades que un preso alto", aclaró.
Los reporteros de Nebraska fueron a buscar la opinión de los carceleros. El vocero del sistema penitenciario, Steve King, dijo: "Thompson no sería el tipo más petiso que tendríamos en prisión", y añadió: "Tenemos gente de todas las edades, estaturas y tamaños".
El senador Ernie Chambers salió con los tapones de punta y pidió una investigación contra la jueza. "Los petisos roban bancos y hacen todo lo que se hace para ir a la cárcel. Estamos hablando de un crimen cometido contra un niño. Y la baja estatura no es una defensa", bramó.
Por lo pronto, Williams tendrá que cuidarse. En la próxima década, si se queda solo con algún menor, o se compra una revista pornográfica, violaría las condiciones impuestas por la jueza. Eso le significará 30 días de arresto por cada año de la condena.
sábado, mayo 27, 2006
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