En una insólita indagatoria, el represor leyó un documento como si el Código Penal lo permitiera. Indignación de la querella, que pidió que no se agravie la memoria de las víctimas

En tanto, la querella pidió al tribunal que se impida que los imputados agravien la memoria de las víctimas del terrorismo del Estado.
Bussi dijo que las fuerzas armadas llevaron a cabo durante los años 70 una verdadera 'epopeya' contra la 'agresión marxista-leninista' que acosaba al país.
El ex titular del Comando de la V Brigada del Ejército optó por hacer uso de la palabra, según explicó, para 'contribuir a la verdad histórica, hoy distorsionada, manejada y agraviada para satisfacer mezquinos intereses que no se ajustan a la realidad que vivieron Tucumán y la Argentina en los años 70'. 'Lo hago para contribuir con mi verdad, como protagonista principalísimo de esa epopeya militar, pero también en resguardo de mis subordinados de todas las jerarquías que, con sacrificio y coraje, han coadyuvado a salvaguardar las instituciones de la república; entre ellas, la misma Justicia', destacó Bussi.
Según el ex gobernador (1995-1999), el Operativo Independencia
que él encabezó en los montes tucumanos 'fue la respuesta constitucional e institucional del gobierno de Estela Martínez de Perón, dispuesto mediante el decreto N· 261/75, ratificado con posterioridad por el ex presidente interino Italo Luder'.
'En el marco de la guerra fría que enfrentaba a las grandes potencias, el operativo fue la respuesta militar a la agresión marxista-leninista contra la nación, llevada adelante mediante bandas terroristas, equipadas militarmente con apoyo extranjero, proveniente de Cuba, Chile y Perú, que operaban en todo el país, pero que tenía epicentro en Tucumán, objetivo inicial del comunismo internacional', subrayó Bussi.
El imputado, de 84 años, insistió: 'la zona de operaciones de Tucumán, decretada un año antes del 24 de marzo de 1976, no fue establecida para llevar adelante un plan de represión, sino para la aplicación de estrategias, tácticas y técnicas en aras del cumplimiento de la misión impuesta: combatir a la guerrilla'.
Durante su declaración de casi tres horas ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal, Bussi recalcó que 'la propia ex presidenta (Martínez de Perón), en su carácter de jefa de las Fuerzas Armadas, visitó varias veces las zona de operaciones y de esto también tomaron conocimiento obispos de la Santa Iglesia'.
El ex gobernador manifestó que 'el propio ex presidente Juan Domingo Perón, el 22 de enero de 1974, después del ataque a la Guarnición Militar de Azul (Provincia de Buenos Aires), advirtió: 'estamos en presencia de verdaderos enemigos de la patria, organizados con fuerza para luchar contra el Estado''. Asimismo, Bussi expresó que el dirigente radical Ricardo Balbín, en marzo de 1989, calificaba como 'meritorio' el papel representado por las Fuerzas Armadas, y agregó que en 2005 el Episcopado argentino instó a 'no callar los crímenes de la guerrilla entre 1973 y 1977, porque los jóvenes también deben conocer este capítulo de la verdad histórica'.
En todo momento, el imputado sostuvo que, en Tucumán en los años 70, se libró 'una guerra declarada por un gobierno constitucional' y agregó que, durante aquellos años, 'nadie reclamó por los muertos en combate, ni siquiera los miembros de las propias organizaciones subversivas'.
'A muchos de los muertos fue difícil identificar, porque fueron tragados por la espesura del monte o por las tácticas desplegadas por las propias organizaciones guerrilleras, como los cementerios clandestinos o las fosas comunes, para evitar que se conociera su identidad', dijo Bussi.
Asimismo, el ex gobernador señaló que, personalmente, supervisaba 'el cumplimiento del reglamento militar' y agregó que, a diferencia de lo que sucede en Medio Oriente, donde los detenidos son sometidos a tortura y tormentos al límite de lo humano, aquí eran alojados en la Jefatura de la Policía y sometidos al control policial atentos a su peligrosidad'.
Bussi fue el primero de los imputados en hablar en el marco del juicio oral (pasó a un cuarto intermedio hasta esta tarde, a las 17) que se lleva adelante por la desaparición de 17 personas en el centro clandestino de detención que funcionó durante la dictadura militar en la ex jefatura de la Policía tucumana.
Luego de haber hablado Bussi, Laura Figueroa, una de las abogadas querellantes (representante de víctimas de la represión), pidió al titular del tribunal, Carlos Jiménez Montilla, que impida que, dada la oralidad que rige en el proceso, puedan leer algún documento los imputados, como lo hizo Bussi.
Asimismo, la letrada solicitó al tribunal que se prohíba que los imputados 'puedan injuriar' la memoria de las víctimas o de los abogados querellantes, tras lo cual Bussi solicitó disculpas y agregó que no había sido su intención agraviar a nadie.
En la causa, están imputados, además de Bussi y Luciano Benjamín Menéndez, los ex militares Albino Mario Zimmerman y Alberto Cattáneo, además de los ex policías Roberto 'El tuerto' Albornoz, y los hermanos Luis y Carlos de Cándido. (Télam).-
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