Le dieron 25 años de prisión por secuestro y las torturas del funcionario
Un tribunal federal de Misiones condenó hoy a 25 años de prisión al coronel retirado Carlos Humberto Caggiano Tedesco, a quien halló responsable del secuestro, tortura y desaparición de un docente universitario durante la última dictadura militar.
Poco antes de la lectura de la sentencia, el ex jefe militar del Area 232 entre 1977 y 1979 aceptó hacer uso de la palabra por única vez y dijo que sus superiores sabían que "no estaba de acuerdo con las torturas y las desapariciones, por eso me mandaron hacia acá", a Posadas.
El proceso contra Caggiano Tedesco se abrió el pasado 19 de junio y estuvo a cargo de los jueces Carlos Alberto Sodá, Manuel Alberto Moreira y Norma Lampugnani de Arce Mielnik, en la causa que se investigó la desaparición del ex decano de la Facultad de Ingeniería Química Alfredo González, en 1978.
Durante el proceso oral y público, actuaron como querellantes la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Nación y su homónima de la Provincia, así como Amelia González, hermana del docente desaparecido.
En las jornadas que se sucedieron hasta el lunes pasado, casi medio centenar de testigos desfiló por los estrados del Tribunal Oral en lo Criminal Federal, entre los que hubo abogados, periodistas, estudiantes universitarios, amigos y ex militares.
Ayer, en el turno de los alegatos, tanto la fiscal María Rosa Recio de Soto como los abogados de la querella pidieron la condena máxima para Caggiano Tedesco y su traslado a una cárcel común.
El abogado Fernando Cantelli, en representación de la familia de la víctima, consideró que en la época de la dictadura 'hubo un plan sistemático de exterminio, con la excusa de terminar con la guerrilla'.
Por eso, a su criterio el crimen de González no fue un hecho aislado que ocurrió en Misiones donde, según apuntó, hubo al menos diez centros clandestinos de detención.
En tanto, la representante de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Nación, Ana María Figueroa, calificó a los militares acusados por delitos de lesa humanidad como 'viejitos genocidas', y apuntó que Caggiano Tedesco 'con su dedo decidía quién se salvaba y quién no'.
Para el abogado Juan Bautista Martínez, querellante por la Provincia, hubo 'un plan sistemático generalizado clandestino de secuestro y torturas' y el acusado tenía 'pleno conocimiento y dominio de lo que ocurría en la provincia', ya que estaba sobre toda la estructura de poder de Misiones.
Asimismo, la fiscal Recio de Soto coincidió con el pedido de condena a prisión perpetua para el coronel retirado y dijo que el ingeniero González 'molestaba a la gente mediocre', tras lo cual reivindicó este tipo de juicios como 'el camino para cerrar las heridas del pasado'.
La defensora oficial de Caggiano Tedesco, Susana Criado, dijo en su exposición que las ahora anuladas leyes de Punto Final y de Obediencia Debida constituyeron una amnistía y que en su momento fueron válidamente sancionadas por el Congreso de la Nación, por lo que consideró extinguida la acción penal que se le sigue a su defendido y pidió el sobreseimiento definitivo.
En la única ocasión en que aceptó hacer uso de la palabra, Caggiano Tedesco refirió que 'soy el pato de la boda porque soy el único que está vivo' y se quejó porque 'los que pueden dar fe de lo que digo están todos muertos'.
Finalmente, el Tribunal condenó al militar retirado como 'autor mediato, penalmente responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad, agravada por la aplicación de tormento seguido de muerte', a la pena de 25 años de prisión, de cumplimiento en una cárcel común.
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