Jan Dresner (izq) y Ludwik Kuczer (der), dos de los once ex obreros de Schindler que se reunieron en Cracovia (Foto: AP)
Varsovia, 16 de marzo (Télam).- Once de los 60 obreros de la fábrica del empresario alemán Oskar Schlinder que sobrevivieron al exterminio nazi se reunieron hoy en Cracovia, Polonia, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.
Schlinder salvó a 1.200 judíos que trabajaban en su empresa de morir en las cámaras de gas, al incluirlos en una lista de personal necesario para tareas estratégicas de interés para Alemania durante el conflicto.
Uno de los once sobrevivientes. Ludwig Kutsche, de 87 años, regresó para el encuentro a Cracovia, su ciudad natal, desde Karmiel, en el norte de Israel, consigna un despacho de la agencia italiana de noticias Ansa.
'Nosotros moriremos pronto. Tengo miedo de que la gente olvide. Ahora mi tarea es relatar. Decir lo que sucedió', explicó en alemán, su lengua materna.
Con otros 10 sobrevivientes de la lista de Schlinder, Kutscher llegó a Cracovia para conmemorar el fin del ghetto, el 13 de marzo de 1943. Esta tarde, miles de personas participaron en una marcha por la memoria.
Kutsche, todavía buen caminador, recorrió los cinco kilómetros entre el barrio de Podgorze, donde los nazis ubicaron el ghetto en marzo de 1941, y el campo de concentración de Plaszow, donde estaban recluidos los judíos que realizaban trabajos forzados.
'Entonces la calle no estaba asfaltada, era empedrada', evocó.
Jan Dresner, de 85 años, explicó a su vez que en 'todos estos años' no quiso regresar a Polonia pues 'tenía miedo de este encuentro. Me recuerda mi infancia feliz pero también este cataclismo'.
Los once sobrevivientes llegaron con sus familias: 'Allá me casé', dijo Kutsche señalando un pequeño edificio. 'Era el 9 de noviembre de 1942, en el ghetto, nuestro matrimonio duró 60 años'.
Su esposa lo salvó, pues trabajaba para Schlinder.
Según el grupo, aún viven 60 judíos de los 1.200 salvados por Schindler, un alemán oriundo de Checoslovaquia y miembro del partido nazi que buscaba enriquecerse con la guerra e hizo lo imposible por salvar a los judíos que trabajaban para él.
En 1944 desplazó la fábrica con sus obreros a Brunnliltz, (hoy Brnenec, en la república Checa) y allí fueron liberados después de un año por las fuerzas aliadas.
Schlinder murió en Alemania en 1974, a los 66 años, pobre y alcohólico. Su nombre se olvidó hasta que el escritor australiano Thomas Keneally recreó la historia que Steven Spielberg llevó al cine (La lista Schlinder, 1993), protagonizada por Iam Neeson.
Para Dresner, el empresario ''tal vez no era el hombre más correcto del mundo. Pero hizo lo que hizo que muy pocas personas hicieron: salvar un millar de vidas'. (Télam)
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