jueves, agosto 26, 2010

En un allanamiento, la policía mató a un inocente


Participaron cinco uniformados, que buscaban a un homicida en Isidro Casanova

LA PLATA.? Luis Bustos, de 39 años, no era el hombre acusado de homicidio que buscaban los policías bonaerenses en Isidro Casanova, en La Matanza. Sin embargo, los uniformados entraron en su casa con una orden de allanamiento y, en una situación confusa, lo mataron. "Este no es «Cabeza». Nos equivocamos", habría dicho un policía cuando ya era tarde, contó ayer a La Nacion la hermana de Bustos, Mónica Zurita.

Fuentes policiales y judiciales dijeron que Bustos atacó a los policías con una escopeta "tumbera", por lo que tuvieron que disparar. Las cosas empezarán a aclararse cuando el fiscal que investiga el caso, Juan Marcelo Diomede, reciba los peritajes.

El hecho ocurrió el viernes pasado, a las 9.30, en una casa de Granada 4771, donde Bustos vivía junto a su madre, Celedonia Agüero, de 66 años. En otra vivienda construida en el fondo del mismo terreno vive Zurita junto con su marido.

Fuentes judiciales dijeron ayer a La Nacion que los investigadores sospechaban que en ese domicilio vivía un sujeto conocido como "Cabeza", acusado de ser el coautor de un homicidio, ya que lo habían visto entrar y salir de la casa periódicamente. También se sospechaba que allí se vendían drogas, siempre según los informantes judiciales.

El hombre equivocado

"Cabeza" tiene 21 años, mide 1,70 metros, es delgado y tiene ojos verdes, tez blanca, cabello negro y el escudo de Almirante Brown tatuado en la pierna izquierda, se lee en la orden de allanamiento de la jueza de garantías N° 1 de La Matanza, Mary Castillo.

A esta persona fueron a buscar los cinco policías del Grupo de Apoyo Distrital (GAD) de La Matanza, que no se parecía al hombre con el que se encontraron. "Mi hermano mide un metro noventa y pesa 170 kilos, tiene el pelo negro y los ojos marrones. Y todo el mundo lo conoce como «el gordo Pipo». Lo único que coincide es la tez blanca", dijo la hermana de Bustos.

Los informantes del caso contaron que los uniformados redujeron a la madre de Bustos en uno de los dos dormitorios de la casa y que al entrar en la habitación del hombre, éste les apuntó con una escopeta "tumbera", les disparó y luego se abalanzó sobre uno de ellos. Entonces, tres uniformados dispararon y Bustos murió. Luego encontraron dos armas de fuego más, cartuchos de escopeta y unos pocos gramos de cocaína.

Eso le contaron al fiscal Diomede los dos policías que no usaron sus armas. La madre del muerto declaró que oyó a los policías que le decían a su hijo: "Tirá el arma", antes de oír los disparos.

"Mi hermano apenas se podía levantar de la cama. Tenía las piernas a la miseria por la flebitis. El no era un delincuente, era un trabajador; tenía un negocio de compra y venta y era el principal sostén de la familia", dijo Mónica Zurita.

La mujer denunció que cuando le preguntó a un policía cómo estaban su madre y su hermano, el uniformado le respondió: "Su mamá está bien. Su hermano está muerto. Disculpe, señora, nos equivocamos".

Hasta el momento, los tres policías del GAD que dispararon no fueron procesados porque aún no está claro si cometieron un delito o actuaron en legítima defensa. Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad se informó que sólo un policía fue momentáneamente separado de su cargo.

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