Cayó Ibarra

Así títuló el matutino Clarín, en lo que parece una "soltada de mano" o un tremendismo difícil de evaluar. Lo cierto es que Ibarra cae, un poco ayudado por su propio peso específico, y otro poco por el empujoncito de un montón de gente que no logró dar razones claras en un juicio muy cuestionado. Pero que igual lo terminó desalojando.

Ya los sitios de internet de los principales diarios muestran encuestas que indican que la mayoría de la gente está con "bronca" e "impotencia" por lo sucedido (un 50 por ciento, aproximadamente).

¿Sirve sólo para que los padres de Cromañón descarguen su bronca? ¿Servirá para que las cosas cambien, para que haya controles?. ¿Fue sólo para echar a un perejil sin sustento político? ¿O simplemente todo será un cambio de nombres y el próximo seguirá "arreglando" en una ciudad en la que circula mucho dinero? Muchas preguntas y mucho mal olor.

A favor y contentos
Responsabilidad y autismo, por H. Verbitsky
El espejo roto, por Marta Dillon

Escala de grises
Lo justo, por Horacio González
Otra vez la soledad política condenó a Ibarra en el momento culminante , por E. Van der Kooy

En contra y decepcionados
Lo condenó su pálida gestión de gobierno, por J. Morales Solá

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Domingo pasado: La mayoría creía que lo iban a absolver y que no era responsable