Laucha que cae sirve para ser juzgada

Recapturaron a Julián Corres, represor fugado de Bahía Blanca: estaba en la casa de su madre en Villa Constitución, Santa Fé.

A la cárcel, ahora sí. Corres apareció con barba de días en la casa de su mamita de 82 años

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Julián ‘Laucha‘ Corres, el represor que se escapó el 26 de julio de la celda de Bahía Blanca donde estaba detenido, fue recapturado hoy en la casa de su madre de la ciudad santafesina de Villa Constitución y fue trasladado a la Capital Federal, para ser enviado a una unidad carcelaria del Servicio Penitenciario Federal a la espera del juicio oral.

A las 13.15, Corres, de 56 años y con una barba de varios días, fue sorprendido en la casa de su madre, una anciana de 82 años, donde habría permanecido desde su fuga de la delegación bahiense de la Policía Federal.

Una comisión de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y una brigada de la Policía Federal encabezada por el comisario Osvaldo Romagnoli, que habían estado observando la vivienda, se acercaron a la casa de dos plantas de la calle Lisandro de la Torre 10, casi esquina Colón, y rodearon la vivienda.

Entonces llamaron testigos y se llevaron al ex militar que no opuso resistencia hasta un móvil policial donde -atado de pies y manos- aguardó una hora hasta que, desde allí, lo trasladaron por autopista hasta Buenos Aires. El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, informó esta noche que Corres será alojado mañana en la cárcel de la ciudad bonaerense de Marcos Paz.

En la casa también vive la hermana del represor, María Belén. En tanto, los vecinos aseguraron que no habían visto a Corres.

‘Escapé para ver a mi madre‘, habría alcanzado a decir el represor, según reveló un periodista del canal C5N cuando Corres ingresaba a una sede de la Policía Federal de Cavia 3350 del barrio de Palermo, donde fue alojado momentos después de las 17.

El ex teniente coronel Julián Corres está señalado como uno de los principales responsables del centro clandestino ‘La Escuelita‘, de Bahía Blanca: quedó procesado por 47 secuestros, 38 torturas, 17 homicidios y 7 desapariciones perpetrados en ese lugar por el que desfilaron unas 50 víctimas de la dictadura.

Pero enterado de que en las horas siguientes iba a ser trasladado, Corres salió en la madrugada del sábado 26 de julio de la sede policial de Bahía Blanca por la puerta principal -ubicada en Rondeau 139, en pleno centro de la ciudad- y recién se advirtió su ausencia en la mañana siguiente, en el cambio de guardia.

Tras su fuga un grupo de policías fue pasado a disponibilidad y dos de ellos continúan detenidos e imputados, mientras el Ministerio de Justicia ordenó -en realidad, recordó- que quedaba prohibido alojar a detenidos en causas de derechos humanos en sedes de fuerzas de seguridad, salvo indicación precisa del jefe de la cartera.

Además, el Ministerio dispuso otorgar una recompensa de 150 mil pesos, sobre la que hoy el ministro Fernández señaló que no se abonará.

El fiscal federal de Bahía Blanca Hugo Cañón, dijo hoy que "hubo un trabajo muy arduo de los investigadores" para localizarlo y "cuando el Estado pone empeño, las cosas se pueden lograr".
Remarcó que ‘la causa contra Corres seguirá su curso y ahora más elementos para que sea llevado a juicio", mientras sigue abierto el proceso por la fuga.

Además, Cañón estimó que Corres habría recibido ‘ayuda financiera‘ en el tiempo que estuvo prófugo, e incluso mencionó entre sus supuestos soportes económicos a "un empresario que llegó al país desde Alemania el día anterior a la fuga, que había sido ministro de Economía de la dictadura Santa Cruz y que tenía una amistad con el padre" del ahora recapturado.

A mediados de mayo, el fiscal había pedido que lo enviaran a una cárcel común y a fines de junio el juez Alcindo Alvarez Canale dio la orden del traslado que no llegó a cumplirse porque Corres huyó. //////