| Traslados incesantes. Días en buzones de castigo: desnudo, sin abrigo y sin comida. Y una cruda amenaza de muerte: "Vos no llegás vivo al juicio oral". Todo eso estaría viviendo el preso Nelson Fabián Sampietro López, según denunciaron ante la Justicia los integrantes de la ONG Radio La Cantora. El es uno de los internos más famosos del Servicio Penitenciario Bonaerense. Lo conocen defensores, fiscales y jueces. Y no precisamente en virtud de los delitos de los que está acusado, por los que purga condena y prisión preventiva. Dos jueces, un Tribunal Oral y un defensor pidieron que se hiciera cesar toda esta situación. Se acumulan oficios y palabras duras en los escritos. Pero nada pareció cambiar, hasta más o menos por los días en que se presentó una denuncia por "incumplimiento de los deberes de funcionario público" contra los penitenciarios. "En Tribunales dicen que esto parece un alzamiento del Servicio Penitenciario", comenta Azucena Racosta, su compañera en la ONG. ¿Qué es lo que está pasando con Sampietro? Además de ser un interno del SPB, es un estudiante en la Facultad de Periodismo. Desde agosto, cuando cayó preso acusado de un robo, pasó por al menos 7 cárceles. Eso le hizo perder cursadas y exámenes, además de la consecuente falta de arraigo en cualquiera de los lugares de detención. En el medio de todos esos traslados, hubo innumerables pedidos de sus defensores, acogidos por dos jueces y el Tribunal Oral 4, para que se lo aloje en una unidad de La Plata, a fin de que pueda estudiar. "Tales cambios, su reiteración en corto tiempo y la no atención de una demanda tan elemental (y amparada en garantías constitucionales) como es la de realizar estudios universitarios, constituyen motivos suficientes para afirmar que está existiendo un agravamiento en las condiciones de detención", indicó el defensor oficial Claudio Ritter, en una presentación ante el Juzgado de Garantías 5, a la que Trama Urbana tuvo acceso. Hasta aquí, la historia no se diferencia de la de muchos presos sometidos a diversos traslados. Pero en La Cantora dicen que para entender todo esto hay que remontarse algunos meses atrás. En agosto, precisamente, el primer destino fue la cárcel de máxima seguridad de Sierra Chica. Allí se produjo una escena inquietante. "Cuando estaba en los buzones, se le aparece uno de los jefes del Servicio y el hermano de uno de los imputados en el juicio por torturas a él. Le dijeron: 'Vos no vas a llegar vivo al juicio oral'", cuenta Azucena. En ese juicio oral Sampietro no irá como imputado, sino como víctima. La causa, que se tramitó ante la UFI 6 y ya fue elevada a un tribunal oral, es contra tres penitenciarios acusados de vejarlo y torturarlo, en un hecho ocurrido en julio de 2006 la Unidad 45 y que terminó en un escándalo: ni bien se hizo pública la denuncia, el SPB echó a uno de los jefes y a un guardia, y Sampietro terminó en un hospital siendo visitado hasta por jueces del Tribunal de Casación. En este contexto, la situación de Sampietro cobra otra relevancia. Cada tanto, los integrantes de La Cantora reciben un llamado de cualquier preso que dice "Fabián no está". Y así, se monta toda una madeja de denuncias, averiguaciones y presentaciones, oficios que van y vienen. No fue hasta que una jueza escribió la palabra "indeclinablemente" en un oficio, que les hicieron caso. Ahora, Sampietro está alojado en la Unidad 9. |
"A estos dos los matamos en el camión"
En uno de los comparendos, el 4 de enero pasado, Sampietro concurrió a Tribunales junto al preso Damián Ezequiel Lan Millán, que por su lado iba a denunciar apremios ilegales.
Lo acompañaban la madre de Damián e integrantes de la ONG La Cantora. Al ingresar todos a un despacho, la jueza María Inés Garmendia ordenó -por razones más que obvias-que no esté presente un miembro de la custodia del SPB en la audiencia.
Así, el penitenciario llamó por handy al resto de sus 8 compañeros para contarles lo ocurrido. Concurrieron y uno de ellos le dijo: "No te hagás problema, a Lan y al otro arriba del camión los voy a matar a palos".
Ese diálogo y la situación fueron denunciados el mismo día, ante la Fiscalía General Departamental.
Una denuncia por incumplimiento
A fines de diciembre y a raíz de todo lo sucedido con los traslados y las órdenes de los jueces incumplidas, el colectivo La Cantora presentó una denuncia ante la UFI 1 por incumplimiento de los deberes de funcionario público, solicitando la instrucción correspondiente.
En la denuncia se reseña que el juez a cargo de Sampietro pidió que se lo traslade a una cárcel de La Plata "y a pesar de que dicha orden refería que debía ser alojado en pabellón de población, fue alojado en celdas de aislamiento".
Luego, la causa fue elevada al Tribunal Oral 4, que ratificó la postura del juez. Aún así, Sampietro seguía "boyando" por diferentes unidades, todas ajenas al radio de la capital provincial.
"Es una especie pulseada entre legalidad y autoritarismo ilegal", definió la denuncia.
"Risueño argumento"
En uno de los primeros traslados ordenados por la Justicia, Sampietro fue alojado en la Unidad 9. Era octubre del año pasado. Y casi enseguida, el SPB pidió su egreso. Según la presentación del defensor oficial Ritter, lo hizo "con el risueño argumento de que en dicha unidad había personal penitenciario que había sido amenazado por Sampietro en anteriores oportunidades; a los efectos de prevenir 'eventuales falsas denuncias' por parte del interno".
Ritter detalló que Sampietro en un período de cuatro meses pasó por la U2 de Sierra Chica, la U30 de General Alvear, las U9 y U1 de La Plata, y la U36 de Magdalena. Los períodos de detención eran por una semana, o días, según el tira y afloje con los pedidos de los jueces para que lo lleven a una unidad platense.
"Luego de todos los problemas y reclamos por los que está atravesando el Servicio Penitenciario, se advierte como infundado que se traslade a un interno porque es de reclamar cosas. En otros casos, los motivos se advierten como infantiles", señaló el defensor.
Azucena, de La Cantora, apunta: "Fabián es un preso que demanda que le den un colchón y una buena comida, como corresponde"
Cuatro días en un "buzón"
Desde La Cantora denunciaron que Sampietro en la cárcel de Sierra Chica estuvo cuatro días en un buzón, desnudo y sin comida.
A sus 42 años, compartió vivencias con los más jóvenes: "Ahí había pibes de 20 años que lloraban todo el día", contó Azucena Racosta.

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