(Mar del Plata, viernes 4).- Fue una de las marchas más tempraneras de la historia (7AM, aunque arrancó a las 8). Y fue también muy diversa: argentinos, cubanos, venezolanos, chilenos, uruguayos y brasileros, entre otras nacionalidades, caminaron unas 30 cuadras desde Luro e Independencia hasta el estadio mundialista.
Eran, fácil, más de 12 cuadras de una ancha avenida. Todos contra Bush: familias con nenes, piqueteros, docentes y gente inorgánica, mucha gente suelta. "Maradona, no está", anticiparon en una radio local.
Un chico llevaba un pie de muñeca colgado de la mochila, con la inscripción: "No a la guerra". Otros, con banderas relacionando al Genocida Mayor con el Führer alemán, las calaveras y la Muerte. Había muchas banderitas cubanas.
"Bush, escucha: «Ándate a la chucha»", gritaban los chilenos, en referencia a la vagina, y levantando bastantes sonrisas.
Otros, argentinos, eran más claros: "Bush, pirata, rajá de Mar del Plata".
Promediando el recorrido, una per-ti-naz llovizna hizo que algunos se refugiaran en los techos de las cerradas estaciones de servicio. No había un sólo negocio abierto en toda la avenida, ya que la mayoría siguió el rito de poner cartones o tapiar las vidrieras. Salvo un kiosco que se avivó y atendió por la ventana.
Había muchos fotógrafos, y algunos se colgaron de una obra en construcción de unos seis pisos.
La marcha concluyó cerca de las 11, cuando en el estadio mundialista esperaban a los manifestantes los puestos de Choripanes y Alfajores. Al principio, no habìa otra cosa para comer.
La gente empezó a entrar al estadio y seguía llegando hacia las 13, cuando apareció fugazmente Chávez entre algunos trovadores no muy conocidos y otros famosos: estuvieron Daniel Viglietti y Silvio Rodríguez, cuyas canciones fueron bastante poco acompañadas.
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