Increíble, pero real: la lentitud de la Justicia hace posible que el último presidente de facto, acusado por destruir documentos sobre desaparecidos, esté en la calle. También liberaron al marino Rubén Franco. Y excarcelaron a otros altos jerarcas de la dictadura, que igual siguen presos en otras causas, pero en sus cómodos arrestos domiciliarios.
Ver nota: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-57639-2005-10-08.html
sábado, octubre 08, 2005
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