tag:blogger.com,1999:blog-90546202024-03-07T21:14:55.857-03:00FM NoticiasUnknownnoreply@blogger.comBlogger340125tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-14965280572170830422011-02-04T23:44:00.001-03:002011-02-04T23:44:11.993-03:00Este blogActualmente, se está reformando a una página personal. Tengan paciencia.<br />
<br />
Atte., <br />
FMUnknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-58275422308511622022010-11-23T00:39:00.001-03:002010-11-23T00:39:41.679-03:00Ronda de alegatos en el juicio a Videla<font size="2"><span style="font-family: Arial;">Mañana comenzarán los alegatos en el juicio que se sigue en Córdoba por delitos de lesa humanidad ocurridos durante la dictadura, y que tienen como principales responsables a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez. <br><br style="font-family: Arial;"></span><span style="font-family: Arial;">El Tribunal abrirá la audiencia para escuchar el alegato de María Elba Martínez y Hugo Vaca Narvaja, abogados querellantes que representan a los familiares de 13 de las 37 víctimas que suman los dos expedientes que se acumularon para este proceso de enjuiciamiento. </span><br style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;"><br>El miércoles se realizará la segunda audiencia de alegatos con la exposición de los querellantes Martín Fresneda y Claudio Orosz; el jueves lo harán los querellantes restantes Elvio Zanotti, Lilian Luque, Gerardo Battistón, Juan Ceballos, Miguel Martínez y Rubén Arroyo. </span><br style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;"><br>El martes 30 alegarán los fiscales Maximiliano Hairabedían y Carlos Gonella, en tanto que la defensa lo hará a partir del 1 de diciembre. Se estima que se dictará sentencia la segunda quincena de diciembre. </span><br style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;"><br>En la causa se juzga la muerte de 31 presos políticos mediante la aplicación de la Ley de Fugas. Los delitos son "imposición de tormentos agravados, homicidio calificado, encubrimiento e imposición de tormentos seguido de muerte". </span></font> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-74126705560067903532010-10-07T00:02:00.001-03:002010-10-07T00:02:13.908-03:00Denuncian por torturas en una comisaría de La PlataUn defensor y un fiscal del Fuero Penal Juvenil denunciaron hoy a policías de la comisaría sexta de La Plata por apremios ilegales, torturas y vejámenes a un adolescente de 17 años que había sido demorado por el presunto delito de resistencia a la autoridad, se informó oficialmente. <br> <br>La denuncia fue presentada por el Defensor Oficial del Fuero Juvenil, Julio Axat, y la fiscal Silvina Pérez, quienes solicitaron además se preserve la integridad física del chico y se dé intervención a Asuntos Internos del ministerio de Seguridad y Justicia de la provincia. <br> <br>En el escrito, al que tuvo acceso Télam, Axat denunció que ayer recibió un llamado telefónico de la Comisaría sexta de La Plata, por el que se le informa la aprehensión de un joven por presunta resistencia a la autoridad. <br> <br>Axat agregó que la fiscal consideró que al no ser un delito "retenible dispuso la inmediata libertad" del joven que hoy se presentó en sede judicial para denunciar que fue torturado por los efectivos policiales. <br> <br>Según la denuncia, el joven fue detenido cuando estaba en la puerta de la casa de un amigo y "lo sacaron a los golpes y le dieron una paliza en el piso entre unos ocho policías que llegaron en cuatro patrulleros". <br> <br> Agregó que luego lo llevaron a la zona de Punta Lara donde le dijeron: "Ahora te doy un tiro en los sesos y te arrojamos al río". <br><br>Añadió que posteriormente lo trasladaron a la comisaría sexta y lo alojaron en un calabozo. <br> <br> Relató que en el trayecto, uno de los policías pidió por radio que le "consigan una bolsa" y agregó que una vez en el calabozo varios policías lo golpearon y uno de ellos le sacó el cinturón y le "dio cintazos con la hebilla en forma de látigo". <br> <br> Contó que unos minutos después lo hicieron sentar en una silla fuera del calabozo. "Con las manos esposadas atrás me <br>colocaron una bolsa en la cabeza para asfixiarme", precisó. <br><br>Explicó que se mantuvo en esa situación por espacio de una hora, tras lo cual le sumergieron la cabeza en un tanque con agua <br> podrida, para que firme "los papeles por resistencia a la autoridad". <br><br>El joven denunció que como se sentía muy mareado, finalmente firmó los papeles tras lo cual fue conducido nuevamente al calabozo <br>y luego lo derivaron al Hospital Gutiérrez de La Plata. <br> <br>Una vez que en el centro asistencial, le hicieron un examen médico, lo trasladaron nuevamente a la comisaría donde alrededor de <br>la medianoche lo dejaron en libertad. <br><br> En la denuncia radicada ante la fiscalía penal en turno, Axat consideró que los hechos "resultan ser muy graves, y merecen ser <br> investigados en forma urgente" y acompañó un informe pericial médico y fotografías que ratifican las lesiones sufridas por el joven. (Télam).- <br> <br> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-20798558242462456382010-09-27T21:54:00.002-03:002010-09-29T00:05:34.006-03:00Echado en una camilla, Patti "escuchó" su acusación<div class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvxcMf8IO1PaHutKhzQyqv7CNcr4bGgcgFOXEwODxkmNKH0bOWTE-hPbAhxk8rJ900He5cJYtfxQeRK3_NaCKc7i13t64AaHANcxgXL8VKxiGoZlNuR0QbZMwHz10WqCwbfb13Mg/s1600/fotopattiCIJ-784582.jpg"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5521761504009660130" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvxcMf8IO1PaHutKhzQyqv7CNcr4bGgcgFOXEwODxkmNKH0bOWTE-hPbAhxk8rJ900He5cJYtfxQeRK3_NaCKc7i13t64AaHANcxgXL8VKxiGoZlNuR0QbZMwHz10WqCwbfb13Mg/s320/fotopattiCIJ-784582.jpg" /></a></div><div><br />
BUENOS AIRES, sep 27 (DyN) - Echado en una camilla de hospital por su mal estado de salud, el ex intendente de Escobar y presunto represor policial Luis Abelardo Patti presenció hoy la audiencia inaugural del juicio que se le sigue por delitos contra la <br />
humanidad perpetrado durante la dictadura militar.</div><div><br />
El ex comisario, de 57 años, quien supuestamente actuó en la represión ilegal con el alias de "El Loco", sufrió tiempo atrás un <br />
accidente cerebro-vascular y permaneció acostado en una camilla, a un costado del estrado en que se ubicaron los otros acusados, <br />
jueces, fiscales, defensores y querellantes.</div><div><br />
Frente al Tribunal Oral Federal 1 de San Martín (TOC1) se sentaron los otros acusados, Reynaldo Bignone, último jefe de la <br />
dictadura militar (1982-1983) y ex segundo comandante de Institutos Militares, Santiago Riveros, ex comandante de Instituto Militares, y Juan Fernando Meneghini, ex comisario de Escobar de 1976 a 1979.</div><div><br />
A la primera audiencia de este juicio, que se realiza en el auditorio "Hugo del Carril" de la localidad bonaerense de José León <br />
Suárez, concurrieron familiares y amigos de las víctimas, así como el Premio Nobel de la Paz 1980 Adolfo Pérez Esquivel, y Nora <br />
Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.</div><div><br />
<a name='more'></a><b:if cond='data:post.hasJumpLink'> <br />
<div class='jump-link'><a expr:href='data:post.url + "#more"'><data:post.jumpText/></a> <br />
</div></b:if ></div><div> El TOF1 dio inicio al debate hacia las 10.45, poco después de que el líder del Partido Auténtico Federal (PAUFE) a bordo de la <br />
camilla fuera ingresado a la sala por su mujer y su hijo, en compañía de dos enfermeros y custodiado por cuatro policías.</div><div><br />
Inmediatamente después, la secretaria del TOF1 empezó a leer la acusación elaborada por el fiscal Jorge Sica, mientras cada <br />
tanto la mujer le hablaba al oído a Patti, que sólo realizaba movimientos con la cabeza.</div><div><br />
Patti y sus camaradas están acusados, en total, de nueve privaciones ilegales de la libertad -tres, desaparecidos-, dos <br />
homicidios, tormentos, y violaciones de domicilios.</div><div></div><div> Los asesinados fueron <strong>Diego Muniz Barreto</strong>, ex diputado nacional por la Juventud Peronista de la Tendencia Revolucionaria -afín a <br />
la organización armada Montoneros-, y <strong>Gastón Roberto Gonçalves</strong>, militante de la misma juventud y padre del joven bajista del grupo de rock "Los Pericos".</div><div><br />
También se ventilan en este proceso los secuestros de <strong>Carlos Daniel Souto</strong> y <strong>Guillermo D'Amico y Luis Rodolfo D'Amico</strong> -los tres siguen desaparecidos-, <strong>Juan José Fernández </strong>(secretario de Muniz Barreto) y <strong>Osvaldo Tomás Ariosti</strong> (ambos fallecidos).<br />
</div><div> Todos ellos fueron secuestrados en 1976 y 1977 cuando Meneghini y Patti actuaban en la comisaría 1ra. de Escobar, donde varios <br />
recibieron torturas antes de ir a parar al centro clandestino de detención "El Campito", que dependía de Institutos Militares en la <br />
guarnición militar de Campo de Mayo.</div><div></div><div> Según la Fiscalía, Patti amenazó varias veces de muerte y detuvo a Gonçalves, alias "José", hasta que el mismo día del golpe de <br />
Estado de 1976 lo secuestró, y luego torturó, asesinó e incineró el cadáver.</div><div><br />
"íDejate de joder o te voy a matar!", dice la acusación que solía espetarle Patti a Gonçalves. De acuerdo con la acusación, el <br />
miércoles 24 de marzo de 1976 a Gonçalves lo secuestró Patti y llevó a la comisaría 1ra. de Escobar donde fue golpeado y torturado. <br />
Incluso varios sobrevivientes lo vieron detenido en un camión estacionado en el patio de la seccional, hasta que el 2 de abril <br />
apareció muerto de un disparo en el cráneo e incinerado, a un costado de la ruta 4, en el paraje El Cazador, junto a otros tres cadáveres.</div><div><br />
Manuel Gonçalves, uno de los hijos de la víctima, contó que su padre "era una de las personas directamente marcadas para ser <br />
secuestradas, no es casual que lo secuestraran el primer día del golpe" de Estado.</div><div><br />
El joven relató que cuando su padre fue secuestrado, su madre estaba embarazada de él y lo tuvo en la clandestinidad. Luego la <br />
mujer, con su bebé, se refugió en San Nicolás, en la casa de amigos, que fue atacada por las fuerzas de la represión en noviembre de <br />
1976.</div><div><br />
Manuel contó que allí "matan a todos y el único sobreviviente fui yo". Entonces fue dado en adopción y diecinueve años después <br />
recuperó su relación con su familia biológica.</div><div></div><div> El joven añadió a la prensa que cuando fue hallado el cadáver de su padre había documentación cuyas "últimas hojas son del '96, con lo cual se ve que la policía siguió haciendo inteligencia".</div><div><br />
"A mí también me sorprendió cuando empezaron a hablar de Patti" y su eventual culpabilidad en el caso, pero se mostró convencido de ello a partir de la "prueba documental y los testimonios contundentes" que aparecieron en el proceso.</div><div><br />
En tanto, Muniz Barreto y su secretario fueron secuestrados en febrero de 1977. Menos de un mes después fueron arrojados en un <br />
auto a un arroyo, simulando un accidente: Muniz Barreto murió y su asistente sobrevivió.<br />
</div><div> Las audiencias del juicio se llevarán a cabo los lunes y jueves en el auditorio ubicado en la calle Sáenz Peña 4151, de José <br />
León Suárez.<br />
</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-76070944955068151412010-09-26T16:26:00.001-03:002010-09-26T16:26:12.725-03:00Hay 13 juicios en marcha en todo el país<span class="clase2"><b>Fuente: Télam<br><br>Trece juicios orales por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar se desarrollan en la actualidad en la Capital Federal y las provincias del Chaco, Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Santiago del Estero y La Pampa.</b></span> <span class="separador"><br></span><div id="spntxt" name="spntxt" style="padding-left: 3px; padding-right: 5px;"><br>En la Capital Federal, el 10 de diciembre de 2009, comenzó el juicio al represor de la Marina Alfredo Astiz y a otros ex oficiales, por delitos cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada.<br><br>Esta instancia abarca dos de los tramos de la megacausa: el de la desaparición de las monjas francesas Leónie Duquet y Alice Domon y del periodista Rodolfo Walsh.<br><br>En tanto, también en esta Capital, desde el 3 de junio, son juzgados los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención "Automotores Orletti".<br><br>En la causa están imputados los militares Néstor Guillamondegui, Rubén Visuara y Eduardo Cabanillas; y los ex agentes civiles de Inteligencia, Honorio Martínez Ruiz, Raúl Guglielminetti y Eduardo Ruffo.<br><br>Los imputados están acusados por los delitos de privación ilegal de la libertad, imposición de tormentos y homicidio calificado, en perjuicio de 65 víctimas.<br><br>En tanto, desde el 23 de noviembre pasado, el Tribunal Oral Federal 2 de Capital Federal juzga la causa en la que se investigan delitos cometidos en el el centro clandestino de detención que funcionó sucesivamente en los lugares denominados "Club Atlético", "El Banco" y "Olimpo".<br><br>Se imputa la privación ilegal de la libertad de alrededor de 180 personas, en concurso real con la imposición de tormentos de cada una de ellas.<br><br>Finalmente, en la Capital Federal, se juzga desde el 26 de febrero a ocho ex militares por delitos cometidos en el centro clandestino de detención "El Vesubio", en el ámbito del Primer Cuerpo de Ejército.<br><br>En la causa se investiga la participación de Pedro Alberto Durán Sáenz, Héctor Humberto Gamen, Hugo Idelbrando Pascarelli, Ramón Antonio Erlán, José Néstor Maidana, Roberto Carlos Zeolitti, Diego Salvador Chemes y Ricardo Néstor Martínez.<br><br>Por otra parte, en Resistencia, desde el 3 de junio se realiza el juicio oral de la causa conocida como "Margarita Belén", en la que se investiga a nueve imputados por delitos de lesa humanidad.<br><br>El Tribunal Federal de Resistencia juzga a Gustavo Athos, Horacio Losito, Aldo Martínez Segón, Jorge Daniel Carnero Sabol, Ricardo Guillermo Reyes, Germán Emilio Riquelme, Ernesto Jorge Simoni, Luis Alberto Patetta y Alfredo Luis Chas.<br><br>También en Resistencia, el 5 de mayo se inició el debate por la causa denominada "Caballero Humberto Lucio y otros s/ tormento agravado", en la que se encuentran imputados Gabino Manader, José María Rodríguez Valiente, Humberto Lucio Caballero, José Marín, Ramón Esteban Meza, Luis Alberto Patetta, Ramón Andrés Gandola, Enzo Breard, José Tadeo Luis Bettolli, Francisco Orlando Alvarez, Rubén Héctor Roldán, Oscar Alberto Galarza y Carlos Flores Leyes.<br><br>En esta causa se investigan delitos cometidos en perjuicio de 26 víctimas en el centro clandestino de detención que funcionara en la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco.<br><br>En tanto, en La Plata, el 12 de abril comenzó el debate por la causa "Dupuy", en la que se encuentran imputados: Héctor Raúl Acuña, Segundo Andrés Basualdo, Enrique Leandro Corsi, Elbio Osmar Cosso, Elbio Abel David Dupuy, Luis Favole, Ramón Fernández, Carlos Domingo Jurio, Catalino Morel, Jorge Luis Peratta, Raúl Aníbal Rebaynera, Víctor Ríos, Valentín Romero e Isabelino Vega.<br><br>En este proceso se investigan delitos contra los derechos humanos cometidos en la Unidad del Servicio Penitenciario Nº 9 de La Plata, en perjuicio de 90 víctimas.<br><br>En Rosario, en el marco de la causa "Díaz Bessone", el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 2 de esa ciudad inició el 21 de julio el debate por crímenes cometidos en el centro clandestino de detención que funcionó en dependencias de la Sección Informes de la Jefatura de Policía de esa ciudad, en perjuicio de 86 víctimas.<br><br>Están procesados los ex militares y civiles Ramón Díaz Bessone, José Rubén Lofiego, Mario Marcote, Ramón Vergara, Carlos Scortecchini, Ricardo Chomicki y Nilda Folch.<br><br>En Córdoba, el 2 de julio comenzó el juicio que unifica dos causas: por un lado, se juzga a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez; y por otro a Menéndez y otros once acusados en la causa conocida como "Gontero", en la que se investigan los secuestros e imposición de tormentos a seis víctimas que fueron detenidas y trasladados a la sede del Departamento de Informaciones Policiales (D2), luego a las instalaciones que el Tercer Cuerpo de Ejército disponía en el campo de la "La Rivera" y finalmente a la Unidad Penitenciaria N° 1.<br><br>En Mendoza, el 1 de julio comenzó el primer juicio por delitos de lesa humanidad en esa provincia y en el se se investiga a Aníbal Alberto Guevara Molina (teniente del Ejército), Raúl Alberto Ruiz Soppe (jefe de la Unidad Regional II de Policía de Mendoza), Juan Roberto Labarta Sánchez (oficial de la Policía de Investigaciones "D 2"), Cristóbal Ruíz Pozo (médico de la Policía de Mendoza) y Raúl Egea Bernal (abogado de la Policía de Mendoza).<br><br>En el caso del ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, el tribunal decidió separarlo del debate porque afronta el juicio que se sustancia en Córdoba.<br><br>En La Pampa, también comenzó, el 2 de agosto, el primer juicio por este tipo de delitos, debate en el que se juzga a Fabio Iriart, Néstor Greppi, Roberto Constantino, Omar Aguilera, Roberto Fiorucci, Carlos Reinhart, Athos Reta, Oscar Yorio, Hugo Marenchino y Néstor Cenizo.<br><br>En el proceso se investigan hechos ocurridos en el marco de la causa conocida como "Subzona 14" y a todos los acusados se les imputan los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, por mediar violencia y amenazas, en forma reiterada, en concurso real con el delito de aplicación de tormentos, en forma reiterada.<br><br>En Santiago del Estero, desde el 14 de septiembre también se desarrolla el primer juicio por delitos de lesa humanidad en la provincia y en el se juzga a los ex policías Musa Azar Curi, Ramiro del Valle López Veloso y Miguel Tomás Garbi.<br><br>A todos ellos se les imputan los delitos de privación ilegítima de la libertad, tortura, homicidio calificado y asociación ilícita. Se trata del debate por el secuestro y asesinato del estudiante Cecilio Kamenetzky, ocurrido en 1976.<br><br>Finalmente, en Mar del Plata, el 17 de agosto arrancó el juicio oral en el que se encuentran acusados el ex general de brigada Alfredo Manuel Arrillaga, el ex capitán de navío Justo Ignacio Ortíz y el ex contralmirante Roberto Luis Pertusio.<br><br>En el proceso se juzgan dos causas: en una de ellas, Arrillaga, Ortíz y Pertusio están acusados de crímenes en perjuicio de nueve víctimas en el centro clandestino de detención que funcionó en la Base Naval de Mar del Plata.<br><br>Por otro lado, se juzga la causa "Regine", en la que se investiga la participación de Ortíz y Arrillaga en el secuestro con imposición de tormentos de Luis Salvador Regine. </div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-63273452536289770092010-09-05T17:03:00.001-03:002010-09-05T17:03:46.818-03:00A 20 años, juzgarán a los acusados por el crimen de Andrés Núñez<h3 class="Bajada" id="baja" style="font-size: 12px; line-height: 15px;"><br></h3><div class="TextoNoticia" id="texto" style="font-size: 12px; line-height: 18px;">La Sala II de la Cámara Penal platense realizó la audiencia previa al juicio oral y público que juzgará a tres acusados por el secuestro tortura y crimen del albañil de Ensenada Andrés Núñez, que desapareció el 28 de septiembre de 1990, supuestamente luego de ser llevado detenido a la por entonces Brigada de Investigaciones La Plata.<br><br>Ante los Camaristas Raúl Dalto, María Rousech y Laura Lasaga, las partes intentaron acordar con respecto a la prueba que se ofrecerá en el debate oral y público, que se realizará en noviembre próximo, con fecha a designar por el Tribunal, y en el que estarán sentados en el banquillo de los acusados los ex policías detenidos Jorge Alfredo González, Víctor Andrés Dos Santos (ambos detenidos) y José Ramos (excarcelado por cuestiones de salud).<br><br>A la citada audiencia asistieron los defensores oficiales Claudio Ritter (Dos Santos) y Jorge Pranzini (Ramos), y el abogado Rolando Sbernia (González).<br><br>También asistieron la vida de la víctima Mirna Gómez , patrocinada por el doctor Eduardo Hortel, y la fiscal de juicio de La Plata Rosalía Sánchez.<br><br>En esta causa, el 2 de noviembre de 2006 quedó detenido el ex sargento 1º González, luego de estar prófugo por más de 10 años, junto a otros policías por el asesinato de Núñez.<br><br>González, junto a los prófugos Pablo Gerez y Luis Raúl Ponce, trabajaba en la Brigada La Plata, donde habría sido llevado para ser interrogado por un delito que se estaba investigando.<br><br>Núñez fue sacado de su casa de Ensenada por policías de la entonces Brigada de Investigaciones. Lo acusaban de haber robado una bicicleta.<br><br><b>EL ARREPENTIDO</b><br><br>Según confesó años más tarde el ahora detenido Dos Santos, los policías asfixiaron con una bolsa y golpearon a Núñez para que se "hiciera cargo del robo de la bicicleta".<br><br>SEgún esa confesión, en la brutal sesión de tortura el albañil, de 30 años, murió.<br><br>En 1992 el por entonces juez Amílcar Vara ordenó la detención de todo el personal que en la fatídica noche estuvo de guardia en la Brigada.<br><br>Por entonces Núñez estaba desaparecido y los procesados fueron quedando en libertad.<br><br>El juez Vara luego fue destituido en su cargo y entre las irregularidades y delitos que le imputaron figuraron algunos que se habrían cometido en esta causa y en la de Miguel Bru.<br><br>En 1995, cuando la investigación ya estaba en manos del juez penal Ricardo Szelagowski, otro policía confesó que Núñez había sido asesinado.<br> <br>Después otro uniformado, en éste caso Dos Santos, reconoció el homicidio. "Lo enterraron en un campo de General Belgrano de un primo de Gerez", desde entonces prófugo en esta causa junto a Ponce.<br><br>A partir de allí el caso comenzó a develarse. El cuerpo del joven fue hallado enterrado en el campo que indicó el policía arrepentido, debajo de un tanque australiano. </div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-87845333493087618012010-08-29T18:14:00.001-03:002010-08-29T18:14:13.139-03:00Juicio por la desaparición de un conscripto en La RiojaEl Tribunal Oral en lo Criminal Federal de La Rioja comenzará mañana la primera audiencia oral y pública por delitos de lesa humanidad en la que se juzgará al presunto responsable del asesinato del conscripto Roberto Villafañe ocurrido el 30 de agosto de 1976 cuando éste cumplía el servicio militar en la ex Base Aérea Militar de Chamical.<br> El comienzo de la audiencia había sido suspendida en dos oportunidades debido a la presentación efectuada por el juez subrogante del Tribunal Federal de Catamarca, Luis Martín Rodriguez Seín para no actuar en la presente causa.<br> La mnuerte del conscripto Roberto Villafañe ocurrió el 30 de agosto de 1976 cuando éste cumplía el servicio militar en la ex Base Aérea Militar de Chamical, por lo cual se encuentra detenido como supuesto autor del hecho el ex sargento José Rodriguez.<br> Rodriguez, oriundo de la provincia de Jujuy, es patrocinado por el abogado penalista riojano Juan Carlos Pagotto actuando como fiscal general subrogante Darío Edgar Illanes por inhibición de su par Michel Horacio Salmán.<br> Para esta causa, la que consta de siete cuerpos y con más de mil fojas, están notificados 15 testigos ya que otros tres fallecieron y dos no pudieron ser localizados por la Policia Federal.<br>La seguridad estará a cargo de la Policía Federal en el interior del Tribunal y Gendarmería Nacional tendrá a su cargo las adyacencias del mismo al igual que policía de la provincia que colaborará con efectivos de la fuerza.(Télam).- Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-47360764481267191512010-08-26T15:42:00.001-03:002010-08-26T15:42:43.868-03:00En un allanamiento, la policía mató a un inocente<br clear="all"> <h2><font size="2"><em>Participaron cinco uniformados, que buscaban a un homicida en Isidro Casanova</em></font></h2> <div class="notaFecha floatFix"> <div class="derecha"><a href="http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1298176&origen=NLInfoGral">LA NACION</a> </div></div> <p> <p>LA PLATA.? Luis Bustos, de 39 años, no era el hombre acusado de homicidio que buscaban los policías bonaerenses en Isidro Casanova, en La Matanza. Sin embargo, los uniformados entraron en su casa con una orden de allanamiento y, en una situación confusa, lo mataron. "Este no es «Cabeza». Nos equivocamos", habría dicho un policía cuando ya era tarde, contó ayer a La Nacion la hermana de Bustos, Mónica Zurita. </p> <p>Fuentes policiales y judiciales dijeron que Bustos atacó a los policías con una escopeta "tumbera", por lo que tuvieron que disparar. Las cosas empezarán a aclararse cuando el fiscal que investiga el caso, Juan Marcelo Diomede, reciba los peritajes. </p> <p>El hecho ocurrió el viernes pasado, a las 9.30, en una casa de Granada 4771, donde Bustos vivía junto a su madre, Celedonia Agüero, de 66 años. En otra vivienda construida en el fondo del mismo terreno vive Zurita junto con su marido. </p> <p>Fuentes judiciales dijeron ayer a La Nacion que los investigadores sospechaban que en ese domicilio vivía un sujeto conocido como "Cabeza", acusado de ser el coautor de un homicidio, ya que lo habían visto entrar y salir de la casa periódicamente. También se sospechaba que allí se vendían drogas, siempre según los informantes judiciales. </p> <b class="subtituloGris">El hombre equivocado </b> <p>"Cabeza" tiene 21 años, mide 1,70 metros, es delgado y tiene ojos verdes, tez blanca, cabello negro y el escudo de Almirante Brown tatuado en la pierna izquierda, se lee en la orden de allanamiento de la jueza de garantías N° 1 de La Matanza, Mary Castillo. </p> <p>A esta persona fueron a buscar los cinco policías del Grupo de Apoyo Distrital (GAD) de La Matanza, que no se parecía al hombre con el que se encontraron. "Mi hermano mide un metro noventa y pesa 170 kilos, tiene el pelo negro y los ojos marrones. Y todo el mundo lo conoce como «el gordo Pipo». Lo único que coincide es la tez blanca", dijo la hermana de Bustos. </p> <p>Los informantes del caso contaron que los uniformados redujeron a la madre de Bustos en uno de los dos dormitorios de la casa y que al entrar en la habitación del hombre, éste les apuntó con una escopeta "tumbera", les disparó y luego se abalanzó sobre uno de ellos. Entonces, tres uniformados dispararon y Bustos murió. Luego encontraron dos armas de fuego más, cartuchos de escopeta y unos pocos gramos de cocaína. </p> <p>Eso le contaron al fiscal Diomede los dos policías que no usaron sus armas. La madre del muerto declaró que oyó a los policías que le decían a su hijo: "Tirá el arma", antes de oír los disparos. </p> <p>"Mi hermano apenas se podía levantar de la cama. Tenía las piernas a la miseria por la flebitis. El no era un delincuente, era un trabajador; tenía un negocio de compra y venta y era el principal sostén de la familia", dijo Mónica Zurita. </p> <p>La mujer denunció que cuando le preguntó a un policía cómo estaban su madre y su hermano, el uniformado le respondió: "Su mamá está bien. Su hermano está muerto. Disculpe, señora, nos equivocamos". </p> <p>Hasta el momento, los tres policías del GAD que dispararon no fueron procesados porque aún no está claro si cometieron un delito o actuaron en legítima defensa. Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad se informó que sólo un policía fue momentáneamente separado de su cargo. </p> <p></p> <div class="notaFecha floatFix"></div></p> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-4707562413788320682010-08-10T19:06:00.001-03:002010-08-10T19:06:28.390-03:00Denuncian violencia contra trans y travestis en cárceles bonaerenses<div> <p style="LINE-HEIGHT: 150%; TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-FAMILY: Arial">Una presentación ante la justicia penal del Comité contra la Tortura de la provincia de Buenos Aires, a la que adhirieron más de 20 organizaciones, denuncia la situación de vi</span><span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">olencia física y sexual y traslados arbitrarios que sufren personas trans travestis detenidas en cárceles de la provincia de Buenos Aires. Se trata de un </span><span style="FONT-FAMILY: Arial">recurso de habeas corpus colectivo a favor de un grupo de travestis alojadas en la Unidad Penal de Sierra Chica que fue presentado el lunes ante la justicia del Azul. </span></p> <p style="LINE-HEIGHT: 150%; TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-FAMILY: Arial">El Comité tomó conocimiento de los hechos a través de una carta </span><span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial"> enviada por las victimas donde se denuncian acciones de violencia sexual, psicológica y traslados arbitrarios impartidos por agentes penitenciarios bonaerenses hacia un grupo de travestis detenidas. </span></p> <p style="LINE-HEIGHT: 150%; TEXT-ALIGN: justify"> <span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">En la carta se manifiesta que 6 personas trans travestis que se encontraban alojadas en la Unidad Nº 32 de Florencio Varela, fueron trasladadas arbitrariamente a la Unidad Nº 2 de Sierra Chica como represalia por no haber accedido a los pedidos efectuados por el Jefe del Penal de la Unidad Nº 32 " <i>a</i> <i>tener sexo con él, y con su personal y por querer destapar muchas cosas que se tapan en dicha unidad como la venta de estupefacientes, cocaína, marihuana, pastillas (sic)…"</i>. Para justificar el traslado, las autoridades habrían alegado "<i>cuestiones de mala</i> <i>convivencia</i>" que no son tales, sino que en realidad sugieren una represalia encubierta por no haber accedido a los pedidos efectuados . </span></p> <p style="LINE-HEIGHT: 150%; TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">Las denunciantes describen además una situación integral de violaciones a sus derechos. Manifiestan que para no ser trasladadas en forma arbitrara por el Jefe del Penal, y mantener contacto en forma periódica con sus familiares se les exigía "<i>tener sexo con el personal penitenciario o distribuir drogas en toda la unidad (sic)"</i> porque de lo contrario<i> </i>las trasladarían a otros penales. Denuncian asimismo que otras travestis alojadas en la Unidad Nº 32 de Florencia Varela sufrieron "<i>tortura psicológica y física por parte del señor Rojas, manoseos y cambio de sexo por conducta, por trabajo y por miedo, cuando no quiso seguir canjeando con este señor la trasladó a Sierra Chica" </i> y que "<i>sufren aberraciones, manoseos y prácticas sexuales de parte del servicio</i>".</span> </p> <p style="LINE-HEIGHT: 150%; TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">Las firmantes de la carta señalan, además, que en la Unidad Nº 2 de Sierra Chica conviven en el Pabellón Nº 10 con otros hombres allí alojados, encontrándose custodiadas por el personal masculino de seguridad "<i>y que están recibiendo torturas físicas y psicológicas de parte del servicio penitenciario (…) por favor, hagan algo". </i></span> </p> <p style="LINE-HEIGHT: 150%; TEXT-ALIGN: justify"><span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">Otro aspecto que se aborda en la denuncia es la falta de atención médica y adecuada dieta para los enfermos de VIH SIDA<i>. </i>Dice textualmente una de las<i> </i>firmantes de la carta<i>: "La comida que provee el penal es la comida para un animal. Soy una persona portadora de VIH y no recibo atención médica, este penal no cuenta con un infectólogo, no recibo la medicación que tengo que tomar por mi problema de salud no recibo la dieta que tendría que tener y como estoy tan lejos de mi familia no pueden venir a verme. Son lo único que tengo y ellos me ayudaban para tener una mejor alimentación. Estoy cayendo en un pozo depresivo y tengo miedo por mi enfermedad, necesito la contención de mi familia y amigos </i>". </span></p> <p><span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">En la presentación judicial se solicita que se investiguen las responsabilidades de los agentes penitenciarios sobre los hechos denunciados. Se disponga además, el urgente reintegro de las travestis que fueron trasladadas a la Unidad Nro 32 de Florencio Varela, por razones de cercanía familiar, arraigo y por haber sido arbitrario e injustificado su traslado. Se piden garantías para la integridad física de las denunciantes como también que no sufrirán represalias ni consecuencias de ningún tipo a partir de la presentación judicial realizada. Se plantea además que la justicia ordena a la autoridad penitenciaria que las denunciantes permanezcan alojadas en celdas cercanas de un mismo pabellón y con similar régimen, impidiendo su traslado o alojamiento diferenciado. Asimismo, se </span><span style="FONT-FAMILY: Arial">ordene la urgente provisión de atención médica, controles y dietas especiales para el tratamiento de las personas que conviven con VIH.</span><span style="FONT-FAMILY: Arial"> </span></p> <p style="LINE-HEIGHT: 150%"><span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">Es preciso señalar, que en la provincia de Buenos Aires solo existen dos pabellones que alojan travestis: uno en la Unidad Nº 32 de Florencia Varela y otro en la Unidad Nº 2 de Sierra Chica, ambas unidades destinadas a alojar varones. </span></p> <p style="LINE-HEIGHT: 150%"> <span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">Entre las organizaciones que adhieren, se encuentran</span>: <span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">Lunaticxs La Plata ; Futuro Trans; Frente Popular Dario Santillan; Espacio Queer; Revista Tinta Roja; Colectivo de varones antipatriarcales; Jóvenes por la igualdad; Desobedientes; Asociación por la identidad sexual platense; </span><span style="FONT-FAMILY: Arial">Contingente 13 colectiv* queer transfeminista</span>; <span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">Casa de la mujer Azucena Villaflor; Centro cultural Nestor Perlongher de la Facultad de periodismo y comunicación social, Universidad Nacional de La Plata; Malas como las arañas; C</span><span style="FONT-FAMILY: Arial">olectiva feminista Las furiosas</span><span lang="ES-AR" style="FONT-FAMILY: Arial">, A</span><span style="FONT-FAMILY: Arial">sociación de lucha por la identidad travesti transexual, Cooperativa de trabajo Nadia Echazú ; <span style="BACKGROUND: white">Movimiento antidiscriminatorio de liberación representante trans para el cono sur Ilga-Lac ; O</span>rganización de lesbianas madres en comaternidad; Colectivo de abogados populares La Ciega; Observatorio de Género de la Facultad de periodismo y comunicación social (UNLP); Centro interdisciplinario de investigaciones en género, Facultad de Humanidades y Ciencias de la educación, UNLP. </span> </p> </div> Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-77089578704027418752010-07-25T23:47:00.001-03:002010-07-25T23:47:46.414-03:00Magnetto y su hija adoptada de modo irregular<div><em><font size="4">Magnetto no sólo está comprometido en la inscripción irregular de Felipe y Marcela, también adoptó de manera poco clara a su hija.</font> <br></em></div> <div><strong>Por Eduardo Anguita</strong> / Miradas al Sur </div> <div><strong></strong> </div> <div>Hasta ahora, la relación de Héctor Magnetto, el hombre fuerte de Clarín, con las adopciones irregulares, se centró en haber sido el artífice de que Ernestina Herrera de Noble se quedara con Felipe y Marcela Noble Herrera, cuya identidad biológica entró en un verdadero aleph borgeano desde que ellos mismos participaron de la contaminación del ADN de sus prendas íntimas para burlar a la jueza Sandra Arroyo Salgado. Concretamente, Estela de Carlotto contó en varias oportunidades cómo Magnetto le habló de su participación en esa adopción en el primer encuentro que tuvieron las Abuelas con el CEO de Clarín, a principios de la democracia. Las Abuelas habían pedido una reunión con Magnetto "porque recibían muchas denuncias sobre que Marcela y Felipe eran hijos de desaparecidos". También señaló Carlotto que Magnetto les propuso un segundo encuentro para darles alguna información y les pedía cordialmente que le contaran "quiénes les habían dicho que esos chicos podían ser hijos de terroristas".</div> <div><br>No sólo las Abuelas escucharon de boca de Magnetto su participación en la adopción de dos chicos en plena dictadura militar. Su biógrafo autorizado, el veterano periodista de La Nación José Ignacio López, lo menciona en El hombre de Clarín (Sudamericana, 2008). López, especialista en temas de Iglesia Católica y que escribió todos los años de la dictadura, jamás develó la complicidad eclesiástica con la dictadura y se prestó a publicar lo que el CEO de Clarín le dijo para edulcorar su guerra mediática contra la sociedad a partir de la asunción de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta.</div> <div><br>Pero, hasta ahora, jamás se mencionó que una niña adoptada por el mismo Magnetto tuviera un trámite completamente irregular. La historia que a continuación se contará brevemente tiene una fuente pública irrefutable y está registrada en un juzgado federal. María Felicitas Elías actuó como perito en la causa de esta adopción. Elías es Magister en Servicio Social, Políticas Sociales y Movimientos Sociales (por la Universidad Nacional de La Plata), especialista en Administración y Gestión de Políticas Sociales, y licenciada en Servicio Social (Universidad de Buenos Aires). Ocupó y ocupa varios cargos académicos y dirige proyectos en adopción de niños. Entre 1973 y 1984 fue trabajadora social del Tribunal de Menores número 1 de Lomas de Zamora a cargo de la jueza Delia Pons y en virtud de una cantidad de casos de hijos de desaparecidos fue citada por el titular del Juzgado Federal número 3 de la Capital Federal, Daniel Rafecas, quien investiga los gravísimos crímenes cometidos en la jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército durante la última dictadura cívico militar.</div> <div><br>En ese expediente, tras brindar detalles de casos en los que le tocó tramitar historias de chicos cuya identidad iba a fraguarse, María Elías agregó este inquietante párrafo: "Recuerdo que intervine en la pericia de un señor muy importante que hoy está un poco cuestionado, que es Héctor Magnetto, el CEO de Clarín. Él tiene una niña adoptiva desde la época de la democracia. Según el relato que consta en la causa, el señor Magnetto estaba paseando con su esposa un domingo invernal, cerca de las 10 de la mañana por la avenida Pavón, en Lanús. Pararon en un semáforo y una señora que estaba en la vereda les tocó el vidrio del auto y les preguntó si le podían cuidar a la hija porque tenía un problema. Aparentemente, ellos aceptaron y, como después de 15 días la madre no apareció, fueron al juzgado de Pons a contarle la enorme preocupación que tenían por la menor y la pidieron en guarda. Esta chica es actualmente su hija. Se hizo la guarda ahí y luego la adopción en Capital".</div> <div><br>Hasta aquí un relato para el realismo mágico si no estuviéramos hablando de una historia real, que involucra la filiación real de una criatura adoptada por el ejecutivo más importante del conglomerado de medios de comunicación más poderoso de la Argentina. Es decir, del hombre que tiene la última palabra –y muchas veces la primera– en decidir quién es el encargado de custodiar e investigar la verdad. Siempre y cuando convengamos que la tarea del periodista profesional es la de custodiar e investigar la verdad. Un especialista en adopción consultado para escribir este artículo dice que "las madres que dan chicos por la calle constituyen un clásico" y que así consta en los registros de adopción. "Detrás de esas versiones suele haber importantes estudios de abogados o de escribanos que asesoran la conveniencia de versiones oficiales cuando la adopción es irregular", agrega.<br> <br><strong>Una terrorista judicial<br></strong><br>Hasta aquí, se podría pensar en la hipótesis de quien busca un atajo para blanquear una adopción irregular en el marco de las dificultades reales de muchas parejas que buscan un hijo adoptivo. Pero el problema resulta más complejo si se toman en cuenta los antecedentes de la jueza Delia Pons. Una investigación de la revista Veintitrés de abril de este año recoge sus palabras al citar el libro de Julio Nosiglia Botín de Guerra. Delia Pons les dijo a las Abuelas durante una reunión: "Yo, personalmente, estoy convencida de que sus hijos eran terroristas. Para mí, terrorista es sinónimo de asesino. Y a los asesinos, yo no pienso devolverles los hijos. Porque no sería justo hacerlo. Porque no sabrían criarlos y porque no tienen derecho, tampoco, a criarlos. En esto, seré inamovible. Sin ir más lejos, fíjense ustedes: tengo en este momento, entre manos, el caso de los chicos de Julio Ramírez. Ramírez es un criminal, un terrorista confeso. El Poder Ejecutivo le ha permitido trasladarse a Suecia y desde allí ha solicitado la tenencia de esos pobres niños. Yo jamás se la concederé (...) Señoras –y para terminar– sólo sobre mi cadáver van a obtener la tenencia de esos niños". La jueza Pons también tuvo en sus manos los casos de Sebastián Ariel Juárez y Jorgelina Paula Molina Plana.</div> <div><br>Fuentes de la Justicia de Menores consultadas por Miradas al Sur confirmaron que "tanto Pons como Hejt (la jueza que otorgó las adopciones irregulares de Felipe y Marcela Noble Herrera) hablaban por teléfono con el genocida Ramón Camps cuando éste era jefe de la Bonaerense y una pieza clave en el plan genocida. En el caso de Pons, ella conocía el campo de concentración ubicado cerca de su juzgado, en Larroque y el camino negro". Aunque fallecida, el fantasma de Pons aún transita por tribunales.</div> <div><br>La coincidencia de que el CEO de Clarín haya pasado por el juzgado de Pons para tramitar la guarda es algo que merece una investigación más profunda y que requeriría una pronta acción de la Justicia.<br>En su testimonio al juez Rafecas, María Felicitas Elías cuenta que le tocó intervenir como trabajadora social en los casos mencionados en la investigación de Veintitrés. Relata que ingresó "a trabajar al juzgado en 1973 gracias a la doctora Pons. Nosotras teníamos una mezcla de sentimientos encontrados y, por supuesto, un dilema ético ya que el ejercicio del Patronato Estatal estaba mediatizado por la intervención del juzgado". Concretamente, en el caso de los hijos de Ramírez, que se encontraba preso a disposición del Poder Ejecutivo. La jueza Pons había enviado los chicos a un hogar manejado por la Iglesia Católica, llamado Casa de Belén, mientras que una tía de los niños reclamaba la guarda de ellos. Elías fue a visitar a la mujer y "le sugerí a la jueza que los chicos egresaran –del hogar– con la tía porque su casa y estilo de vida reunían, en mi opinión, las condiciones adecuadas". De inmediato agrega: "La jueza me convocó a su despacho y me sugirió que modificara la pericia". Un dato no menor: "A lo que me negué rotundamente a pesar de cierta presión de mis compañeros de trabajo que me sugerían que la cambiara". El dato es clave para entender el clima de época del terror que sugiere la cantidad de cómplices morales que tuvo el delito de supresión de identidad de hijos de presos legales o desaparecidos. A continuación, Elías brindó los nombres y direcciones de quienes la presionaron pero no serán incluidos en este artículo para no caer en la tentación de la cacería de fascistas. Sin embargo, vale la pena aclarar que otra asistente social "realizó otro informe que permitió que los Ramírez continuaran en el Hogar". Luego, Ramírez –que no tenía causa judicial alguna– logró viajar a Suecia y reclamó que les permitieran a sus hijos viajar a ese país. Sigue Elías: "Uno de los argumentos de Pons era que Ramírez era extranjero (paraguayo), y que al ser militante de una organización había desobedecido la Constitución argentina".<br> <br><strong>Como dos gotas de agua</strong><br><br>En todo caso, esta historia tiene una ramificación con otra que sí está sospechada de ser la supresión de identidad de hijos de desaparecidos. Es la que tramitó la jueza Ofelia Hejt (también fallecida), quien estuvo a cargo del juzgado de menores Nº 1 de San Isidro. Hejt dio en guarda a Andrés La Blunda y a Marcela y Felipe Noble Herrera. En el caso de Marcela, el 13 de mayo de 1976 se presentó espontáneamente la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, y le dijo que había encontrado una niña en una cajita en su casa de San Isidro. La viuda de Noble ni tenía domicilio en San Isidro ni después pudo probar lo que dijo en el expediente de adopción, que resultó falso cuando lo sustanció el juez Roberto Marquevich. En el caso de Felipe, el 7 de julio del mismo año, Herrera de Noble resultó beneficiada con la guarda el mismísimo día en que una tal Carmen Delta (años después se comprobó que esa persona no existía) lo abandonaba en el juzgado nada menos que de Hejt. El tercer caso que se le conoce a esta jueza es el de Andrés La Blunda, un bebé de tres meses, cuyos padres habían sido secuestrados por el Ejército. Hejt hizo todo lo posible para dárselo a sus familiares y Andrés sólo pudo recuperar su identidad en 1984. El comportamiento de las juezas Hejt y Pons tiene demasiadas similitudes. Corresponden, probablemente, al plan sistemático de la dictadura cívico militar. Algunos militares creían que lograrían la impunidad con levantamientos carapintadas. Algunos civiles creen que el poder mediático también puede dar impunidad. El desafío está abierto desde hace tiempo y las instituciones no pueden demorar dar los pasos decisivos para que la verdad no pueda ser ocultada.<br> <br> </div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-40699287292760400952010-07-23T22:13:00.001-03:002010-07-23T22:13:13.621-03:00El fusilamiento de presos en Córdoba<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVURQAkVuixRGALH6VyvsMFQzqLYG7Inb0z54V7BblAIAkkWdlEn17w3coGvjy99hZjIWec97Xi_d39SLu0mUkRO63bBMlaI2xy2gb7F1ZSQTzEkWRFs7Xk-KJCqXEdHV0_mJVJA/s1600/na10fo01-793622.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVURQAkVuixRGALH6VyvsMFQzqLYG7Inb0z54V7BblAIAkkWdlEn17w3coGvjy99hZjIWec97Xi_d39SLu0mUkRO63bBMlaI2xy2gb7F1ZSQTzEkWRFs7Xk-KJCqXEdHV0_mJVJA/s320/na10fo01-793622.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5497274643671212594" /></a></p><font size="4"><i>Un testigo del juicio a Videla & Cía describió cómo fueron asesinados los detenidos de la UP1 en 1976 y contó lo que les decían los represores antes de matarlos. Señaló a cuatro de los acusados y dijo que los conocía "de la Penitenciaría".</i></font><br><br><br>Por Alejandra Dandan (Página/12)<br><br><div style="font-size: 13px;" id="cuerpo"><p class="margen0">"Un día tuvimos la sensación de unos movimientos extraños dentro de la cárcel, escuchábamos gritos y atropellos, una gran cantidad de gente que se viene y órdenes referidas a las armas, luego suben a la escalera y en el pabellón donde las puertas se abrían con un cerrojo con cadena entra un grupo de soldados, dan una golpiza brutal y a partir de allí las golpizas se hacen cotidianas, permanentes, el terror era permanente: cada vez que se escuchaba que se silenciaba la cárcel significaba que estaban entrando los militares y prestábamos atención y escuchábamos los pasos, las órdenes, y cuando abrían una celda era la que iban a golpear."</p> <p>Fermín Rivera estuvo detenido en la Unidad Penitenciaria 1 de Córdoba antes y durante el último golpe militar. En la cárcel vio morir a varios de sus compañeros, y es el lugar donde treinta y un detenidos políticos fueron fusilados entre abril y octubre de 1976 por militares del III Cuerpo del Ejército. Denunció lo que sucedía desde los días de la dictadura, es el autor de la denuncia original de la causa contra Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez en Córdoba y ayer fue uno de los principales testigos del juicio oral. Reconoció a Menéndez y a Videla dijo "por los medios", pero en cambio señaló a Adolfo Alsina, Miguel Angel Peres, Enrique Mones Ruiz y Miguel Angel "Gato" Gómez "de la Penitenciaría".</p> <p>Rivera quedó detenido en La Carlota, cuando entraba a una estación de servicio con su camión, el 17 de agosto de 1974. "Me reciben a balazos –dijo en el juicio–, me tiro al piso, y ninguno recibe ningún disparo; me detuvo la Guardia de Infantería de la Policía Federal y me llevan a la Jefatura de la Policía." Eran las siete de la tarde. "Me hacen descargar el camión y después comienzan a torturarme; aplican picana eléctrica y me preguntan dónde estaban las armas de la fábrica de Villa María; yo no tenía ni la menor idea dónde estaban esas armas."</p> <p>La tortura siguió hasta la noche del día siguiente; escuchó que alguien decía que no tenía sentido matarlo. Lo llevaron a la delegación de la Policía Federal de Río Cuarto, lo ataron en un sillón de peluquería durante "no sé cuántos días" mientras lo sometían a golpes, torturas y picanas.</p> <p>La declaración de Rivera fue relevante por la meticulosidad. "Más allá de los nombres, recuerda mucho los pormenores de cómo vivían todos los presos en la cárcel y aporta mucho el sentido de lo que significó estar ahí", dijo Martín Fresneda a Página/12, que con H.I.J.O.S. (Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) Córdoba lleva adelante la querella de la causa.</p> <p>Rivera llegó a la UP 1 a fines de 1975, al pabellón 6, el único por entonces de presos políticos. "La relación con el servicio penitenciario era muy buena", dijo. "Teníamos visitas, acceso a la enfermería, podíamos estudiar, había un cine; después trasladaron a las mujeres al pabellón 14, que tenía celdas individuales, yo por ejemplo cuidaba a la hija de Marta Rossetti de Arquiola y eso duró hasta bien entrado el '75, creo que en diciembre entra la Policía Federal a hacer una requisa y nos lleva la mayor cantidad de cosas que teníamos, nos dejan la ropa de cama y nada más."</p> <p>El 24 de marzo de 1976 el régimen cambió de forma radical. "Ingresan los militares a la cárcel –recordó–, se nos cierran las puertas de la celda para no abrirse, se cierran las ventanas y desde que cierran las puertas no las vuelven a abrir, lo único que nos queda en la celda es una lata de 5 litros para orinar." El terror se acentuó con el paso de los días. Se instalaron las golpizas permanentes, hasta que se llevaron a un grupo de compañeros a quienes los ataron, les pusieron una capucha y les preguntaron si ellos sabían rezar.</p> <p>"Yo conocía desde muy chico a Miguel Mozét, desde que tenía 12 o 13 años. Y le dicen rezá porque de acá no volvés más." Y al día siguiente supieron que había sido fusilado en el pabellón de la cárcel. Una noche entró una comisión de militares a llevarse a dos compañeros, uno de ellos era (José Angel) Pucheta. "Los encapuchan, los atan y los hacen caminar hacia una reja y cuando se paran, un militar les dice para qué se apuran tanto si adonde van no van a volver. Así nos hacían ver que a esos compañeros los llevaban para matarlos." Al día siguiente, supieron que los habían asesinado en un supuesto intento de fuga.</p> <p>El 5 de julio de 1976, un grupo de militares entró al pabellón 6. Rivera estaba en el ocho. Tenían unas hojitas de afeitar que pulían para usarlas como espejos, las sacaron por las ventanas. "Así vimos que habían puesto a todos los compañeros contra la pared del patio; el resto de los soldados, y en particular un cabo Pérez, estaba con un bastón en una mano y una pistola en la otra, pidiéndoles que griten viva el ejército y los seguía golpeando, hasta que llegó donde estaba (Raúl) Bauducco, le pegó y se detiene ahí porque tambalea y saca una mano de la pared y se agarra del lugar donde había recibido el golpe. Bauducco se arrodilla, y el cabo Pérez se dirige hacia la puerta de la entrada al patio, habla con un oficial que después supimos que era Mones Ruiz y vemos que el oficial asiente con la cabeza, vuelve y le dice a Bauducco que se pare y se da vuelta y le dice: no me mires que te voy a matar. Bauducco se da vuelta y lo mira, y cae sobre la canaleta al efectuar un tiro Pérez."</p> <p>Cinco días después, los militares entraron a su celda, la 11 del pabellón 8. "Tenía el pantalón metido dentro de las medias, cuando entran no me doy cuenta de sacarme el pantalón para afuera y el oficial me preguntaba y me golpeaba a la vez que me daba órdenes y no me dejaba responder. A partir de una serie de golpes, me lastima y entro a sangrar, tengo un choque con el oficial, lo mancho con sangre y se enfureció y toma un zapato y me empieza a golpear en la cara y en la cabeza hasta que yo pierdo el conocimiento."</p> <p>Estuvo dos días tirado en una cama. Un médico le advirtió que un coágulo de sangre en la cabeza le impedía mover el cuerpo. Luego, otro profesional de apellido Balmaceda le dijo que debían operarlo en el momento pero no autorizaban la operación. Habló de la enfermería. De la muerte de Rudnik, uno de los detenidos que entró en paro y sobre el que Alsina dijo: que se atienda solo, total es médico.</p> <p>Rivera declaró hasta última hora. Antes lo habían hecho nuevamente el testigo Luis Urquiza y Jorge Breuil, hermano de Gustavo, fusilado junto a Hugo Vaca Narvaja y Armaldo Higinio Toranzo el 12 de agosto en un supuesto intento de fuga.</p></div><br> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-62219736970320563932010-07-18T17:48:00.000-03:002010-07-18T17:49:01.380-03:00Cómo se fabricó un culpable para el caso de dos policías asesinados<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVX7oUwI8mAjfuBEE5kakIkoq9YwRRcTS3xQ9e9o4ycIZHt5CJAC6zckpt3WooQxX8U3gaduGBy7ugRIrplgG3xfLtUIL2kg-vg3W9NhyPTlaLsefx1Z1s4PvwXs_SP-WPuxxwHw/s1600/0718--POL4001--UNO_ENTRE_RIOS-741381.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVX7oUwI8mAjfuBEE5kakIkoq9YwRRcTS3xQ9e9o4ycIZHt5CJAC6zckpt3WooQxX8U3gaduGBy7ugRIrplgG3xfLtUIL2kg-vg3W9NhyPTlaLsefx1Z1s4PvwXs_SP-WPuxxwHw/s320/0718--POL4001--UNO_ENTRE_RIOS-741381.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5495351131365402130" /></a></p><div class="autor"><em><a href="http://www.lacapital.com.ar/contenidos/2010/07/18/noticia_0045.html">Hernán Lascano / La Capital de Rosario</a></em></div> <div id="notaA"> <p> <p align="justify">El asesinato simultáneo de dos policías uniformados y en servicio no es frecuente en ningún lugar de Argentina. Pero en una ciudad de 15 mil habitantes como Diamante, desacostumbrada al delito violento en estos extremos, la conmoción sacudió como un maremoto. La policía, las autoridades políticas y los vecinos manifestaron indignación, exigieron respuestas rápidas, cuestionaron el sistema de garantías. Y la respuesta llegó tan veloz como se requería: a veinte minutos del hecho fue capturado un hombre de 32 años, rosarino, de condición modesta. Le atribuyeron la tenencia de un arma, dijeron contar con pruebas abrumadoras en su contra y señalaron que había estado preso por un hurto 36 horas antes pero que el juez lo había dejado libre.</p> <p align="justify">Todo pintaba para escándalo. "Lo liberaron luego de haber robado y mató a dos policías", tituló el diario La Nación en su edición del lunes 5 de julio. El jefe de policía de Entre Ríos, Héctor Massuh, daba cuenta del arresto de Mauro Ramón R., de 32 años, y decía, en Diamante, al mismo diario: "Estos funcionarios, cumpliendo su misión de resguardar a la sociedad, identifican a un individuo, un asesino, que termina con la vida de los dos funcionarios".</p> <p align="justify">Cambio de frente. Pero el día miércoles 7, después de que se hicieran marchas diarias de vecinos consternados, se conoció una noticia que tumbó el tablero prolijamente armado hasta entonces. El juez Jorge Barbagelata Xavier indicaba que la persona que tenían presa desde tres días antes no era el ejecutor de los policías. Había un nuevo detenido. También era rosarino: Rubén Ricardo Ferreyra, de 26 años, condenado en el pasado por tráfico de drogas en Rosario, prófugo de la cárcel de Ezeiza. Tres días después varios testigos en rueda de reconocimiento lo señalaban sin vacilar como el homicida de los policías Marcelo Zárate, de 43 años, y Alejandro Muñoz, de 25.</p> <p align="justify">¿Y el primer detenido? ¿No era que lo habían atrapado con un arma de fuego? ¿Acaso el director de Investigaciones de la policía de Entre Ríos, Carlos Shmunk, no había declarado que la evidencia contra él era abrumadora?</p> <p align="justify">El jueves último el juez Barbagelata terminó por procesar por doble homicidio a Ferreyra y dictar la falta de mérito a este primer detenido. LaCapital trató de ubicarlo en Diamante pero el joven declinó cualquier contacto. Tras pasar ocho días preso permanecía bajo estado de terror. El informe forense judicial determinó que tenía lesiones compatibles con apremios ilegales. Es imaginable que no pasó bien sus primeras horas entre policías acusado por matar a dos policías. Su defensor oficial, Esteban Monje, no duda de que sufrió castigo feroz.</p> <p align="justify">El chivo expiatorio. Y hoy a pocos le caben dudas de que Mauro R. fue la víctima propiciatoria que una comunidad desangelada reclamaba a gritos a instantes de ocurrido un doble crimen estremecedor. La policía rápidamente ofreció una. El ministro de Gobierno de Entre Ríos, Adán Bahl, ponderó a la fuerza por esclarecer el caso con la celeridad esperada. De qué modo se había hecho, a la vista de lo ocurrido luego, no parecía igual de importante.</p> <p align="justify">En el mismo fallo en el que procesó a Rubén Ferreyra por el doble crimen, el juez Barbagelata impartió instrucciones para que se investigue por qué motivo la policía señaló que Mauro R. tenía un arma que ahora se presume plantada. También requirió que se determine si sufrió vejaciones o apremios físicos durante su detención. Fuentes judiciales dijeron que al recuperar la libertad se fue a su casa "con la cara dibujada".</p> <p align="justify">En este caso se cuelan elementos que sugieren una utilización política. El primer detenido, luego desvinculado, había sido detenido por el robo de una mochila el 3 de julio. El juez Barbagelata debió liberarlo porque no tenía evidencia de su autoría: sólo lo acusaba del hecho un acta policial. Cuando lo apresaron el 5 de julio y lo culparon del doble homicidio empezó a montarse un escándalo. ¿El hombre que había matado a dos policías en la calle cuando trataban de identificarlo era el mismo al que el juez había dejado ir dos días antes por un hurto?</p> <p align="justify">Así se tejió la historia, tan inapelable como para llegar a ser cabeza de página en La Nación. Pero un sector de la policía de Diamante se obstinó en investigar otra línea que, al derivar en la detención de Rubén Ferreyra, terminaría poniendo en evidencia la fabricación de un culpable.</p> <p align="justify">Altas fuentes del Poder Judicial de Entre Ríos señalaron que este caso expresa una demagógica y peligrosa fórmula para bajar la tensión de conflictos que desatan la ira pública: entregar una cabeza. "Además hubo algo más: el poder político y policial enfocó la presión hacia el juez, sugiriendo negligencia o culpa de su parte porque supuestamente, con desdén, había liberado dos días antes al asesino que mató a los dos policías", sostuvo el funcionario que habló con este diario.</p> <p align="justify">Es usual que las fuerzas de seguridad y su conducción política, en casos como éste, se presenten como instituciones operativas, que resuelven arrestos e identifican culpables, endilgándole a los jueces penales un rol permisivo o indolente, que al liberar acusados deshacen la eficacia de aquel trabajo. Pareció patente, en este caso, con el ministro de Gobierno Bahl, y su clara crítica lanzada al Poder Judicial. "Por más que uno ponga un ejército en la calle, si no se trabaja en conjunto suceden estos hechos", decía a los pocos minutos de que la cúpula de la policía entrerriana presentara como resuelto este caso amañando un culpable.</p> <p align="justify">En offside. Tanto la jerarquía de la policía entrerriana como el Ministerio de Gobierno, que anunciaron tener el caso resuelto el primer día, quedaron en off side. No así del área de Investigaciones de la departamental de Diamante que con un acusado plantado igual profundizó la línea de pesquisa que terminó con la detención de Ferreyra y su posterior procesamiento por doble asesinato triplemente calificado.</p> <p align="justify">"La gran enseñanza de este caso es que en las situaciones más adversas hay que ser prudentes", dijo a este diario el juez Barbagelata Xavier. "Cuanto más conmoción provoca un tema más debemos saber esperar. Hay que ser prudentes con las personas y respetuosos de los demás poderes del Estado".</p> <p style="MARGIN-LEFT: 40px" align="justify"><strong>Por una compensación.</strong> Tras pasar ocho días detenido, con un informe del forense judicial que indica lesiones compatibles con apremios ilegales, el primer detenido en este caso, Mauro Ramón R. está en condiciones de impulsar una demanda civil millonaria contra la provincia de Entre Ríos. <br> "En el momento que se anunció su detención, si lo agarraban a Mauro R. lo colgaban en la plaza. Y lo mismo hubiera ocurrido con el juez. Fue una situación que parecía justificar la mano dura pero que muestra que ese discurso es una falacia: iban a aplicarle mano dura a un presunto inocente", señaló una fuente tribunalicia.</p> <p></p></p></div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-70640321723368672402010-07-14T22:12:00.001-03:002010-07-14T22:12:40.692-03:00Plantaron un revólver y lo absuelven<div><em><font size="4">Un policía quedó libre de culpa y cargo por matar a un joven de 15 años en Moreno. Habían pedido prisión perpetua. </font></em></div> <p> BUENOS AIRES, jul 14 (DyN) - El oficial de la Policía Bonaerense <strong>Juan Sebastián Alvarez </strong>fue absuelto en el juicio por el homicidio del adolescente Miguel Angel Da Silva, de 15 años, en la localidad de Moreno en 2005, un caso que había sido considerado por los acusadores como de "gatillo fácil".<br> La Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) informó que el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de la ciudad de Mercedes resolvió que Alvarez actuó "en su legítima defensa y cumplimiento del deber", aunque en el juicio un testigo aseguró que al chico, ya herido, le "plantaron" un revólver.<br> Los jueces Fernando Bustos Berrondo, María Graciela Larroque y Marcos Tomás Varsky liberaron al policía de culpa y cargo, mientras que la fiscal María Inés Carlés y la abogada de la querella, María del Carmen Verdú, habían coincidido en pedir que fuera condenado a prisión perpetua.<br> En cuanto al revólver aparecido a los pies de Miguel Angel, cuando yacía tendido en la vereda y herido de un balazo en el vientre, para los jueces "pudo haberla llevado" el adolescente al momento del hecho.<br> El hecho ocurrió alrededor de las cinco de la tarde del 7 de octubre de 2005, en el barrio Satélite de Moreno, donde dos jóvenes asaltaron a una maestra y le quitaron un teléfono celular y una cadenita que colgaba de su cuello.<br> Alertada del suceso la seccional primera de Moreno, Alvarez -24 años, integrante del grupo de élite Grupo de Acción Departamental (GAD)- y un compañero suyo concurrieron a la zona y a unas diez cuadras del hecho procedieron a interceptar a Miguel Angel y a un amigo que en ese momento caminaban por allí.<br> En el juicio, informó la ONG, una vecina contó que Miguel "levantó las manos, se agarró la remera y la levantó, se quedó con las manos en alto, y dijo 'No pasa nada, no tengo nada'. El policía gritó algo y disparó. Miguel hizo como un movimiento cuando recibió el tiro, se miró la panza y cayó al suelo".<br> Otra testigo relató que estaba en la esquina y le gritaron "avisale a Ramona que lo agarraron a Miguel", porque la madre del chico y la familia vivían en la misma manzana, a la vuelta de donde se sucedían los hechos.<br> Ramona y la mujer que le avisó corrieron hasta donde yacía el chico herido y forcejearon para acercarse, mientras la cuadra se llenó de vecinos curiosos, que estallaron de indignación cuando vieron que los policías ponían un revólver estropeado a los pies de Miguel, según Correpi.<br> Los vecinos, según la entidad, ayudaron a cargar a Miguel en un auto para llevarlo al hospital, a la vez que algunos atacaron el patrullero cuando salía del barrio y los policías pedían apoyo por la radio al grito de "íSe nos viene la villa encima!".<br> "La Justicia resolvió, nuevamente, que fusilar un chico de 15 años desarmado es cumplimiento del deber. Cumplimiento del deber de los policías de ejecutar la política de exterminio que nos cuesta un pibe pobre muerto por día con el gatillo fácil y la tortura", concluyó Correpi.<br> </p> <p> </p> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-67556579167631835472010-06-30T23:55:00.001-03:002010-06-30T23:55:55.025-03:00Primer juicio en Mendoza, a siete años de la anulación de las leyes de impunidad<div><em><font size="4">Los acusados son un militar, tres policías y un médico y abogado de la policía provincial. </font></em></div> <div> </div> <div>MENDOZA, jun 30 (DyN) - El primer juicio por crímenes de lesa humanidad en la provincia de Mendoza durante la última dictadura comenzará mañana con un militar y cinco policías sentados en el banquillo de los acusados, se informó hoy en los tribunales.<br> Los enjuiciados son el coronel <strong>Aníbal Alberto Guevara</strong> (59 años) y los policías<strong> Raúl Alberto Ruiz Soppe</strong> (75), ex titular de la Unidad Regional II; <strong>José Martín Mussere</strong> (62), nexo entre militares y policías; <strong>Juan Roberto Labarta</strong> (75), por su paso por el D2; <strong>Cristóbal Ruiz Pozo</strong> (74), médico policial, y el abogado policial <strong>Raúl Egea Bernal</strong> (70).<br> En tanto, el ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez no estará presente porque comparece en otro juicio en la ciudad de Tucumán.<br> Los seis acusados serán enjuiciados por el Tribunal Oral Federal 2, que integran los jueces Roberto Burad, Héctor Cortés y Roberto Nacif, mientras que como cuarto juez estará Raúl Fourcade, del <br> Tribunal Federal de San Luis.<br> En las audiencias, que se llevarán a cabo en una sala de la Universidad de Mendoza, se ventilará lo ocurrido con los militantes justicialistas José Berón, Roberto Osorio, Francisco Tripiana y Pascual Sandoval, secuestrados durante la dictadura y desde entonces desaparecidos.<br> Tripiana tenía 33 años, trabajaba como pintor al momento de ser detenido en su casa, en marzo de 1976, y figura como liberado. Osorio era empleado de una farmacia del ex gobernador Alberto Martínez Baca, mientras Sandoval era obrero rural y Verón trabajaba como camionero.</div> <div> Según señalaron fuentes judiciales, se optó por las instalaciones de la universidad por cuestiones edilicias, teniendo en cuenta que varios de los testigos que pasarán por la sala son de <br>avanzada edad.</div> <div> Además, indicaron que serán más de cien las personas que aporten su testimonio ante el Tribunal -cinco por día -, que sesionará los días lunes, martes y miércoles desde las 9. <br> Respecto de la metodología, de acuerdo a lo explicado por el juez Héctor Cortés al diario Los Andes, se permitirá el ingreso de periodistas con grabadores, cámaras y celulares sólo durante la lectura de la acusación y el momento de los alegatos, pero se restringirán los medios electrónicos durante los testimonios.<br> También informó que la sala donde se desarrollará el juicio tiene capacidad para unas 70 personas y que la custodia en el interior estará a cargo de la Policía Federal.</div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-15944744320030336932010-06-28T21:00:00.000-03:002010-06-28T21:01:00.399-03:0016 años después, reabren la causa por la Masacre de Wilde<div><font size="4"><em>En 1994, la Brigada de Lanús asesinó a cuatro personas y el caso aún está impune</em></font></div> <div> </div> <div> BUENOS AIRES, jun 28 (DyN) - La Justicia ordenó reabrir la causa penal contra dos policías acusados de la Masacre de Wilde, <br>pepetrada hace 16 años y medio, mientras el Estado bonaerense y un grupo de efectivos que pertenecía a la Brigada de Lanús deberán pagar una indemnización millonaria a las víctimas de ese caso, que <br> sigue impune.<br> Así lo revelaron a DyN fuentes del caso, quienes precisaron que las decisiones de la Suprema Corte de Justicia bonaerense para <br>investigar nuevamente a los responsables penales y de una jueza civil para resarcir a las víctimas se activaron luego de que el caso <br> fuera aceptado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).<br> Según la resolución a la que accedió esta agencia, el Estado provincial y cinco policías deberán indemnizar con más de 500 mil <br>pesos a la familia del librero Edgardo Cicutín, una de las víctimas.<br> El Estado que encabeza Daniel Scioli también tendrá que resarcir con más de 130 mil pesos a la madre de Claudio Díaz, la otra <br>persona asesinada, y con unos 15 mil pesos al dueño del remís baleado en el procedimiento, según determinó hace unos días la jueza en lo civil 17 de La Plata.<br> "Todas las cifras deben ser actualizadas al día de hoy y sumados los intereses, con lo cual ascenderían a una cifra millonaria", <br>dijo a DyN el abogado civil Daniel Feito, representante de Raquel Gazzanego, viuda de Cicutín. <br> Si bien se quejó de que la justicia haya hecho diferencias con Gazzanego a la hora de indemnizarla porque era "concubina" y no <br>"esposa" al momento del hecho, el abogado se mostró satisfecho con el resarcimiento dispuesto.<br> La Masacre de Wilde, perpetrada el 10 de enero de 1994, marcó un hito en la secuela de casos de "gatillo fácil" en la historia <br>policial argentina.<br> Once policías de la ex Brigada de Investigaciones de Lanús descargaron casi 240 tiros de itakas y ametralladoras sobre dos autos <br> en busca de supuestos delincuentes y asesinando a cuatro personas.<br> Los policías de Lanús, que respondían al entonces ex subcomisario Juan José Ribelli, interceptaron al Dodge 1500 en el que <br>viajaba Cicutín y Claudio Díaz, y el Peugeot 505 conducido por Norberto Corbo, a quien acompañaban Enrique Bielsa y Gustavo Mendoza como pasajeros.<br> Los policías efectuaron 270 disparos contra los dos vehículos: Cicutín, el remisero Corbo, Bielsa y Mendoza murieron en el acto, <br>y Claudio Díaz sobrevivió al ataque.</div> <div> Siempre se sospechó que el tiroteo había sido un ajuste de cuentas encubierto contra delincuentes de la zona que no habrían <br>hecho negocios con la policía del lugar.<br> Y, además, que el atentado contra la AMIA por el que más tarde fue detenido Ribelli había sido una forma de buscar recursos para <br> solventar a las familias de sus hombres que estaban tras las rejas por este caso.</div> <div> No obstante, tanto Ribelli como el resto de los efectivos acusados por la causa AMIA fue absueltos en las sospechas por el <br>atentado.<br> En el caso por la Masacre de Wilde, en tanto, la causa no tuvo avances. El sargento Marcos Rodríguez permaneció prófugo de la <br> Justicia. <br> En un primer momento la entonces jueza en lo penal Silvia González apuntó sobre el comisario César Córdoba, los oficiales Oscar <br>Mantel, Hugo Reyes y Marcelo Valenga, y los suboficiales Eduardo Gómez, Osvaldo Lorenzón, Carlos Saladino y Marciano González, aunque más tarde no logró profundizarse la acusación.<br> Luego el juez penal de Lomas de Zamora, Rafael Emilio Villamayor, cerró definitivamente la investigación por la Masacre de Wilde <br>al dictar el sobreseimiento del oficial inspector Julio César Gatto y del sargento Pablo Dudek. <br> Fue así como las familias de las víctimas terminaron llevando el caso ante la CIDH para pedir justicia en ese organismo <br>internacional.<br> A fines del 2009 la Suprema Corte bonaerense dispuso intervenir y hace unas semanas ordenó que la Sala I de la Cámara Penal de Lomas de Zamora volviera a juzgar a Gatto y Dudek por entender que la sentencia de sobreseimiento había sido absurda, según dijeron a DyN fuentes judiciales.<br> El nuevo juicio sobre dos de los once imputados estará a cargo de los jueces Joaquín Emilio Díaz Ferrer, Marcelo Darío Soukop y <br>Héctor Hugo Decastelli, manifestaron las fuentes a esta agencia.</div> <div> Mientras tanto, la justicia civil de La Plata acaba de disponer por primera vez un resarcimiento civil para las víctimas por <br>daños y perjuicios.</div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-65312897320880732752010-06-22T23:42:00.001-03:002010-06-22T23:42:45.489-03:00Condenado, por fin<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIzyE2t3XnyOJDGojxa5C2MT4wot4j6m00k1lW1jUWFMi4vy00navnWtJPQ1BunpsN9TmHKzYugm6ctbH1DDBlp4br8_6dNdGO5Th7O0mwaUONlzRW8zvo8lyiuNbQV3f572PzXA/s1600/carlaLacorte-765490.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIzyE2t3XnyOJDGojxa5C2MT4wot4j6m00k1lW1jUWFMi4vy00navnWtJPQ1BunpsN9TmHKzYugm6ctbH1DDBlp4br8_6dNdGO5Th7O0mwaUONlzRW8zvo8lyiuNbQV3f572PzXA/s320/carlaLacorte-765490.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485794075415546834" /></a></p><p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd7IzMQc6uU7pYRZhuzpXde2EDhe0ZDtUfkGkqww-sBPF_hmU-FvQU0OixITaGWMQ-PzRe1BHKKExbHbO6aK6EpaBCdECR1R3XNyMqBkabEpAjAWPKsD3deGzwrp9FPeoW-tHayA/s1600/vigi-766781.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd7IzMQc6uU7pYRZhuzpXde2EDhe0ZDtUfkGkqww-sBPF_hmU-FvQU0OixITaGWMQ-PzRe1BHKKExbHbO6aK6EpaBCdECR1R3XNyMqBkabEpAjAWPKsD3deGzwrp9FPeoW-tHayA/s320/vigi-766781.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5485794080611270050" /></a></p><div><font size="4"><em>Sólo 6 años y medio de prisión para el ex policía que dejó paralítica a Carla Lacorte, al disparar a mansalva en plena vía pública, en 2001. </em></font></div> <div> </div> <div> El Tribunal Oral en lo Criminal 5 de Quilmes dictó sentencia condenatoria para el ex agente, que hasta ahora gozó de la libertad, por el delito de "lesiones gravísimas", y ordenó el cumplimiento de la pena en forma efectiva e inmediata, por lo que Salmo quedó detenido.<br> <br>La Fiscalía había pedido que Salmo fuera condenado a 8 años de cárcel, mientras el particular damnificado, o querella, había solicitado 13 años de encierro, es decir el doble del castigo que finalmente recayó sobre el ex uniformado.<br> <br>Lacorte, quien quedó discapacitada y se moviliza en silla de ruedas, denunció que "en los barrios de trabajadores cada 48 horas matan a un pibe con "gatillo fácil". Un policía mata y la Justicia avala y deja pasar".<br> <br>"Lo acabamos de ver en Bariloche. Mataron con "gatillo fácil" a un pibe de un balazo en la nuca que salió por la frente y al otro día mataron a otros dos jóvenes", se indignó.<br><br>La víctima señaló que el gobernador bonaerense Daniel "Scioli ahora habla de dar más poder a la policía y eso lo que va a causar es más 'gatillo fácil' como en el caso Bonnefoi", en referencia al adolescente asesinado en Bariloche.<br> <br>"Queremos acabar con el "gatillo fácil" en todo el país. No queremos que sigan matando pibes en las calles. Pero vemos que muchos tribunales dejan libres a los asesinos. No queremos más impunidad", proclamó.<br> <br>El ataque de Salmo a Lacorte, por entonces estudiante de la carrera de Veterinaria, ocurrió el 1 de junio de 2001 cuando bajó de un colectivo, en las calles Brandsen y Mitre del centro quilmeño, en viaje de regreso a su casa.<br> <br>Justo allí un grupo de hombres acababa de asaltar un local de la cadena de comidas rápidas McDonald's y huía cubriendo a tiros su retirada, mientras Salmo lo perseguía hasta que un balazo suyo dio en la espalda de la joven.<br> <br>La veterinaria dijo a los jueces que el policía creyó que ella hacía de "campana" de la banda por lo que, estimó, actuó con toda "intencionalidad" al dispararle. Lacorte aseguró que incluso el policía "se jactó de su buena puntería". <br> <br>Salmo ya había sido enjuiciado en 2004 y resultó absuelto porque el tribunal a cargo del proceso entendió que había actuado "en cumplimiento del deber". Pero la sentencia fue apelada ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense, que en 2008 lo encontró imputable penalmente y volvió a ser juzgado.</div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-61747006922384135812010-06-15T22:01:00.001-03:002010-06-15T22:01:05.219-03:00“La presión internacional salvó mi vida”,<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg__GeLbrDf44UFRqSUfbWVxFIAPTu47zVmWUy52ovQPB9jdYPO4o6R_puQSq4NOq6WrOXKevajT5mxl32_BjYEPjmoX_en05gK_qUjVeJgJD3NU2lco7LMSZ3Yw5kwYSI_Mtb1Bg/s1600/perezesquivel-765220.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg__GeLbrDf44UFRqSUfbWVxFIAPTu47zVmWUy52ovQPB9jdYPO4o6R_puQSq4NOq6WrOXKevajT5mxl32_BjYEPjmoX_en05gK_qUjVeJgJD3NU2lco7LMSZ3Yw5kwYSI_Mtb1Bg/s320/perezesquivel-765220.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5483170281392155090" /></a></p><br><font size="4"><em>Lo dijo Pérez Esquivel, en el juicio por los crímenes en la U9 de La Plata durante la dictadura. Mientras estaba preso recibió el premio nobel de la Paz. <br></em></font><span class="gmail_quote"> <br> </span> <table cellspacing="0" cellpadding="0" width="100%" border="0" valign="top"> <tbody> <tr> <td> <div style="BORDER-RIGHT: #cccccc 1px solid; PADDING-RIGHT: 2px; BORDER-TOP: #cccccc 1px solid; MARGIN-TOP: 5px; PADDING-LEFT: 2px; MARGIN-BOTTOM: 5px; PADDING-BOTTOM: 10px; BORDER-LEFT: #cccccc 1px solid; MARGIN-RIGHT: 4px; PADDING-TOP: 2px; BORDER-BOTTOM: #cccccc 1px solid; BACKGROUND-COLOR: #f7f4f4"> <span style="FONT-SIZE: 1px; COLOR: #ffffff">-15 00:0<br></span><span><br></span></div> <div><span><b></b></span> </div> <div><span><b></b></span> </div> <div><span>La Plata, 15 de junio (Télam).- El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, afirmó hoy que en el penal número 9 de La Plata, donde estuvo cautivo durante la última dictadura militar, se implementó un sistema destinado a "quebrarnos moralmente, psicológicamente y humanamente".</span></div> </td></tr> <tr> <td><span><br></span> <div style="PADDING-RIGHT: 5px; PADDING-LEFT: 3px" name="spntxt">Perez Esquivel relató hoy, durante dos horas al Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, las golpizas y maltratos recibidos durante su cautiverio en el penal platense, donde estuvo a disposición del Poder Ejecutivo Nacional desde el 5 de abril de 1977 hasta fines de junio de 1978.<br> <br>"Fui detenido el 4 de abril de 1977, en el Departamento Central de la Policía Federal, cuando fui a renovar mi pasaporte.<br><br>Creo que se debió a las actividades que realizábamos a nivel continental por los derechos humanos", declaró, en el marco del juicio que se sigue a 11 agentes y tres médicos penitenciarios bonaerenses que se desempeñaron en ese penal.<br> <br>Recordó que "me llevan a la superintendencia de Seguridad Federal, donde me encierra en un calabozo pequeño llamado `tubo'. Ahí no fue interrogado, sólo estuve encerrado".<br><br>Detalló que en uno de los pisos de la Superintendencia "había en una pared pintada con los rodillos con los que se pintan las huellas digitales, una cruz svástica y la palabra Nazionalismo".<br> <br>"Y en las paredes del `tubo`, el calabozo sucio, oscuro y maloliente en el que estaba, una vez que prendieron la luz pude ver en las paredes inscripciones de los prisioneros que estuvieron antes. Insultos, nombres de seres queridos y hasta una inscripción hecha con sangre que decía: Dios no mata", relató.<br> <br>El Premio Nobel de la Paz recordó luego que al mes de estar cautivo en la Superintendencia, lo llevaron a un "vuelo de la muerte".<br><br>"Me llevan al Aeródromo de San Justo, donde me esposaron y ataron al asiento del avión y el avión carreteó y voló hacia el Río de la Plata. Yo ya sabía que arrojaban prisioneros al Río de la Plata y les pregunté `qué va a pasar conmigo`", aseguró.<br> <br>Precisó que ninguno de los oficiales respondió a esa pregunta, pero fue llevado a la Base Aérea de El Palomar, donde fue dejado esposado al asiento mientras los oficiales debatían qué hacer con él en el interior de la base.<br> <br>"A las horas me dicen que me llevarán a la unidad 9 de La Plata, y una vez allí me desnudan y me pelan", recordó y remarcó que lo más shockeante de su prisión era "oír los gritos de los compañeros que eran golpeados".<br> <br>Pérez Esquivel estuvo alojado en los pabellones 15 y 16, y en una oportunidad que fue castigado tuvo que ir a "los chanchos", como se solía llamar a las celdas de castigo.<br><br>"En el penal pasó de todo, sufrí mucha presión psicológica. En una oportunidad el segundo jefe del penal me llevó a su oficina y me dijo: `a usted no lo va a salvar ni el Papa. Aquí nosotros decidimos sobre su vida. Somos señores de la vida y de la muerte'", recordó.<br> <br>Relató que en el penal eran frecuentes las requisas violentas en las que hacían salir de madrugada a los prisioneros de sus celdas, los hacían desnudar y "nos ponían en el medio de dos filas de guardias que nos golpeaban con puños, puntapiés y con una especie de zapatilla".<br> <br>"Tras las golpizas, nos obligaban a una ducha fría y a pasarnos un jabón amarillo para sacar las marcas de los golpes", detalló.<br><br>En otra oportunidad, el jefe del penal de ese entonces, el imputado Abel Dupuy, y otros oficiales de rango, lo sacan de su celda y lo obligaron a levantar los brazos, algo que era doloroso debido a los golpes en las costillas.<br> <br>"Con el bastón me tocaban las costillas y me preguntaban si me dolían, yo les decía que sí, entonces me decían `usted ya sabe cuál debe ser su comportamiento aquí` y luego se iban taconeando, lo que me hacía acordar a esas películas sobre los nazis", comparó.<br> <br>Pérez Esquivel no pudo reconocer a los imputados presentes en la sala ya que, afirmó "ya pasó mucho tiempo", pero dijo que estaría en condiciones de reconocer las celdas en las que pasó su cautiverio, de practicarse un reconocimiento en el penal platense.<br> <br>Afirmó que los prisioneros que estaban enfermos o doloridos solicitaban la presencia de un médico pero éste "nos miraba por el pasaplatos de las celdas y tras oír nuestra dolencia nos decía: `bueno, tome esta pastillita`, nada más. No se acercaban nunca".<br> <br>Finalmente, dos días antes de la final del Mundial de Fútbol de 1978, Pérez Esquivel fue trasladado al I Cuerpo del Ejército, que estuvo a cargo de Raúl guglielminetti, alías Capitán Guastavino.<br><br>En el viaje hacia el I Cuerpo, Guglieminetti bajó del automóvil Ford Falcon en el que llevaba a Pérez Esquivel para cargar nafta y dejó cerca del prisionero una pistola 45 y una ametralladora, algo que le hizo sospechar al cautivo que tal vez querían que fugara para ejecutarlo.<br> <br>El Tribunal, que juzgó y condenó a Miguel Etchecolatz y Christian Von Wernich, juzga desde abril al ex Director de la Unidad, Abel Dupuy; Isabelino Vega, Víctor Ríos, Elvio Cosso, Catalino Morel, Ramón Manchado Fernández, Jorge Luis Peratta, Segundo Andrés Basualdo, Valentín Romero, Héctor Acuña y Raúl Aníbal Rebaynera.<br> <br>Además son juzgados Carlos Domingo Jurio, Enrique Leandro Corsi y Luis Domingo Favole, tres médicos que en ese momento se desempeñaban en la Unidad 9 de La Plata.</div> <div style="PADDING-RIGHT: 5px; PADDING-LEFT: 3px" name="spntxt"><br> </div></td></tr></tbody></table> <table cellspacing="0" cellpadding="0" width="100%" border="0"> <tbody> <tr> <td> </td></tr> <tr> <td style="BORDER-TOP: #c8c6c7 1px solid"><span> </span></td></tr> <tr> <td align="right"><b> </b></td></tr></tbody></table> <div> <br><br> <br><strong> "TORTURADORES Y TORTURADOS GRITABAN GOLES ARGENTINOS' <br></strong> <br> Pérez Esquivel, relató una situación 'surrealista' que se dio en el penal número 9 de La Plata durante el Mundial de FÐtbol de 1978 ya que 'torturadores y torturados gritaban los goles de <br> Argentina'. <br> 'Había una situación surrealista, pasaban por los parlantes los partidos de de fútbol en los que jugaba Argentina y tanto torturadores como torturados, presos y carceleros, gritaban los goles de Argentina, gritaban `goool Argentina`', relató ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata. <br> Afirmó que 'una vez grité como todos, pero después ya no quise gritar más los goles de Argentina, porque era algo tremendo, no había diferencias, todos gritaban los goles'. </div> <div> Pérez Esquivel estuvo detenido en la unidad 9 de La Plata desde el 5 de abril de 1977 hasta fines de junio de 1978. (Télam).- <br> </div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-74467062650045276062010-06-10T21:12:00.000-03:002010-06-10T21:12:29.640-03:00Una transexual denunció un abuso adentro de una comisaría<em><span style="font-size: large;">Es la seccional 4ta de Berisso. Según la denuncia, tres policías la llevaron detenida después de bajarla de un taxi</span></em><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyTW2mPcDRbq3O0VrWM1-_iIO1wUIxcLne79Xfx0onCl87ohW2v-KxyX8jUEidrt6O2Ucl0LiXzFMFGfwjtG5M2r2GRiVl15GdB-Nme-mzy2lQob8ZTdnYMkpWpiW_B7bQxCmdsQ/s1600/89020_policial4.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" qu="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyTW2mPcDRbq3O0VrWM1-_iIO1wUIxcLne79Xfx0onCl87ohW2v-KxyX8jUEidrt6O2Ucl0LiXzFMFGfwjtG5M2r2GRiVl15GdB-Nme-mzy2lQob8ZTdnYMkpWpiW_B7bQxCmdsQ/s320/89020_policial4.jpg" /></a></div><br />
La transexual que denunció haber sido víctima de un abuso sexual contra tres policías sufrió el hecho dentro de la comisaría de Villa Argüello, en Berisso, después de haber sido detenida en un control de pasajeros de taxis. El caso, que puede provocar un escándalo y fue anticipado ayer en exclusiva por Trama Urbana, ocurrió en la madrugada del martes 2 de junio, cuando la víctima viajaba con un amigo, en un taxi que tomaron en Berisso, hacia La Plata.<br />
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El coche fue parado por la policía en la avenida 60, a la altura de la Universidad Tecnológica Nacional. Los oficiales hicieron bajar a los dos pasajeros, les pidieron documentos y le dijeron al chofer que se retirara. El amigo de la transexual no tenía documento, ya que nació en otro país, por lo que recibió un insulto xenófobo. Cuando los uniformados vieron el DNI de la víctima, advirtieron que esa mujer tenía nombre de hombre. “Dejá que de este puto me encargo yo”, dijo uno de los uniformados, según la denuncia.<br />
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Siempre según ese texto, la transexual, que es madre y ya recibió el respaldo de organizaciones sociales de la región, fue tirada contra el patrullero y manoseada en sus partes íntimas. Cuando esto ocurrió, se quejó y recibió una trompada en la cara.<br />
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Entonces, los uniformados la subieron en un patrullero y se la llevaron a la comisaría Cuarta, donde estuvo cinco horas “demorada”. De acuerdo al texto, “al llegar a la comisaría la llevan a una oficina en el fondo y no le daban ninguna explicación de por qué” estaba allí. Y en la oportunidad que pidió ir al baño, ocurrió el supuesto abuso: tres uniformados le mostraron sus miembros y le exigieron que les practicara sexo oral, a cambio de ser liberada. Después de ese episodio, le hicieron firmar un papel y la soltaron.<br />
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Recibió amenaza por SMS<br />
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Según fuentes del caso, la víctima, cuyo nombre Trama Urbana preserva a su propio pedido, ya recibió amenazas por mensaje de texto de parte de uno de los presuntos abusadores. Es que en medio del abuso le entregó a uno de ellos su número de celular con tal que la dejara irse de la seccional.<br />
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Una vez que salió -le explicaron que había sido detenida por averiguación de identidad y que había “un pedido de paradero”- se le acercó un auto particular y estaba este policía, que se ofreció a llevarla hasta su casa: “Estoy obligado a llevarte”, arguyó. Al llegar a su casa, él quería entrar y ella le explicó que su hijo estaba dentro, por lo que se retiró.<br />
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Las UFI 4, a cargo de Fernando Cartasegna, recibió la denuncia, que fue radicada el último viernes por la mañana en la Fiscalía General.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-66937706654333051242010-06-03T15:36:00.001-03:002010-06-03T15:36:38.769-03:00Hugo Godoy reconoció a torturadores de la U9 y el tribunal sancionó al “Oso” Acuña<div><span class="gmail_quote">El penitenciario acusado volvió a provocar al público con la "V" de la victoria en alto <br></span><span class="gmail_quote"><br>Fuente: <a href="http://www.elargentino.com/nota-93157-medios-122-Hugo-Godoy-reconocio-a-torturadores-de-la-U9-y-el-tribunal-sanciono-al-Oso-Acuna.html">Diario </a></span><a href="http://www.elargentino.com/nota-93157-medios-122-Hugo-Godoy-reconocio-a-torturadores-de-la-U9-y-el-tribunal-sanciono-al-Oso-Acuna.html">DIAGONALES</a> </div> <div><br clear="all"><span> </span></div> <div> </div> <div> <div> <div><img title="" alt="" src="http://www.elargentino.com/Files/download.aspx?Id=80988.jpg&Width=235"> <br><span>Hugo "Cachorro" Godoy se abraza con Víctor De Genaro (izquierda), frente a la sede de la ex Amia, donde se desarrolla el juicio</span> </div> </div> <p><font size="2">Sanciones, llantos, aplausos y emociones en búsqueda de verdad, la memoria y la justicia fue el saldo que dejó ayer la declaración del dirigente gremial Hugo "Cachorro" Godoy durante una nueva jornada del juicio oral y público a catorce penitenciarios que cumplieron funciones en la Unidad 9 de La Plata durante la última dictadura, realizada en la ex sede de AMIA de 4 entre 51 y 53.<br> <br>A las 12.35 el secretario general de ATE y CTA provincia de Buenos Aires se sentó frente a los jueces del Tribunal Oral Federal 1 platense para testimoniar sobre sus más de siete años de detención que sufrió entre agosto de 1975 y octubre de 1982, cuando abandonó el penal bajo la figura de "libertad vigilada".<br> <br>Tras dar detalles de las torturas que sufrió junto a los presos políticos, se emocionó al recordar a los familiares de los ex detenidos que aun siguen desaparecidos o que fueron víctimas de torturas.<br><br>El tribunal, ante las lágrimas de Godoy, decidió hacer un cuarto intermedio y el público que colmó la sala de audiencias estalló en un cerrado aplauso, que fue contestado -como suele hacerlo cada vez que es increpado- por el acusado Héctor "el Oso" Acuña con la mano alzada, haciendo la "V" de la victoria, en un signo que fue interpretado como provocativo.<br> <br>Los familiares de los presos se quejaron de los aplausos y los magistrados advirtieron con la posibilidad de continuar el juicio sin la presencia de público.<br><br>Al reanudar la audiencia, los jueces informaron que el imputado fue sancionado por esa actitud y, hasta nuevo aviso, no podrá permanecer en la sala de audiencias.</font></p> <p><font size="2">SIN DUDAS. Al momento de los reconocimientos Godoy no vaciló en señalar al ex director del penal, Abel Dupuy y a los carceleros Acuña, José Luis Peratta, Segundo Basualdo y al "Nazi" -tal como lo apodaban muros adentro- Raúl Rebaynera. Sobre éste último dijo que estaba "casi seguro" que fue quien lo sacó de su celda y lo llevó a los calabozos de castigo donde lo "torturó".<br> <br>Sobre el final de su relato dejó su sensación personal: "No hay duda, la Unidad 9 fue un centro planificado para la destrucción de presos políticos".<br><br>Desde la primera fila del público lo acompañaba el dirigente nacional y fundador de la CTA, Víctor De Gennaro. Afuera lo esperaban sus familiares y compañeros de militancia. Las lágrimas y los perabrazos se repetían en cada rincón del hall de entrada al edificio.<br> <br><strong>–¿Cuál es su primera sensación tras la audiencia?</strong><br>-Es una emoción muy grande poder realizar este juicio, poder testimoniar para que se haga justicia, que se una con la memoria y nos permitan vislumbrar un futuro mejor para todos los argentinos. No hay sociedad posible que se pueda desarrollar en la impunidad.<br> <br><strong>–En el tedeum del 25 de mayo monseñor Héctor Aguer dijo que en este tipo de juicios no está la verdad completa. ¿Qué opina de esos dichos?</strong><br>–Aguer es un troglodita con un alto nivel intelectual, pero en términos de pensamientos y de concepciones concibe una sociedad de muchos siglos atrás. Por suerte en la sociedad argentina nos animamos a pensar para adelante y tratamos de abrir nuestras cabezas, no solo en nuestras capacidades intelectuales, sino para pensar que la única posibilidad de una sociedad plenamente justa es una sociedad para los que creen, como decía Carlitos Cajade, que Dios vive todos los días en esta tierra de los explotados, de los marginados y de los que queremos otra Justicia y una cultura en la que todos podamos tener acceso pleno. Por suerte en la Argentina, este pueblo construyó las condiciones para que no haya impunidad, para que haya estos juicios que condenen a los genocidas, y este pueblo, más allá de que algunos les pese, va a construir el futuro que nos merecemos.<br> <br><strong>–¿Qué sintió al ver a los ojos a quienes lo torturaron?</strong><br>–Era difícil mirarlos, porque nublaba mi vista la cara de los compañeros asesinados, de las madres y padres desaparecidos, de las hermanas, hermanos. Me pude recuperar, mirarlos sin odio, sinceramente, pero con mucho afán de justicia. Al poco tiempo de salir de la cárcel, en un partido de fútbol, me crucé con un torturador. Mi primera reacción fue golpearlo y mi segunda reacción fue poder informarme sobre él para poder canalizar mi bronca. La verdad que pude contenerme a esas reacciones primarias. Nos dimos tiempo, mucha paciencia, para que no haya venganza, sino justicia. En la justicia se puede pensar una sociedad plena. Nos dimos ese tiempo, valió la pena. Los que están ahí en el banquillo de los acusados, presos, los genocidas, nos encontramos cara a cara y pienso en lo que ellos harían de este lado, porque de este lado había dirigentes sindicales, cancilleres, científicos, cineastas, trabajadores, estudiantes, profesionales, pudimos realizarnos en nuestra vida con mucha gente alrededor. Triunfó la vida por sobre la muerte.<br> <br><strong>–¿Qué se lleva interiormente?</strong><br>–Liviandad. Uno pudo explicar en un ámbito muy particular. Uno cuando hace un homenaje a un desaparecido, en la calle, en un acto, cuando se levanta a la mañana y sigue, le rinde tributo, pero este tributo es más grande, porque no es el tributo íntimo, individual. Creo que es el tributo de un pueblo, de una sociedad y eso tiene un gran valor.</font></p> </div><br clear="all"> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-22818322109173121532010-05-31T23:11:00.001-03:002010-05-31T23:11:12.306-03:00La causa Noble, a un paso de la verdad<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRLiMoYT5uQRPL4uhP2soHt8a2B5FJ7m37dAeWrbllf38CT6zt4aVCB2eo06rJNklbfuIRoC1EDOGwnDeWPXm_kqwVvQhfzq8iUIT5SIw6hTy2X8na75pNL8EOHqIczQM4xzk5EQ/s1600/marcelanoble-772307.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjRLiMoYT5uQRPL4uhP2soHt8a2B5FJ7m37dAeWrbllf38CT6zt4aVCB2eo06rJNklbfuIRoC1EDOGwnDeWPXm_kqwVvQhfzq8iUIT5SIw6hTy2X8na75pNL8EOHqIczQM4xzk5EQ/s320/marcelanoble-772307.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5477622069746082962" /></a></p><div class="descripcion" id="Desc"><em>Marcela y Felipe negaron su conformidad para realizarse las pericias de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos. La jueza Sandra Arroyo Salgado ordenó tomar nuevas muestras. El lunes próximo comenzaría el trabajo de los peritos </em></div> <div class="descripcion"> </div> <div class="descripcion"><a href="http://www.elargentino.com/nota-92735-La-causa-Noble-a-un-paso-de-la-verdad-Esta-semana-comenzaria-el-trabajo-de-los-peritos.html">Por Laureano Barrera y Gabriel Bencivengo / MIRADAS AL SUR</a><br> <a href="mailto:politica@miradasalsur.com">politica@miradasalsur.com</a> <br><br> <p>La historia comenzó a cerrarse. El primer capítulo arrancó cuando Ernestina Herrera de Noble, poco después del golpe del '76, se presentó con un bebe en sus brazos ante la fallecida jueza Ofelia Hejt, entonces titular del Juzgado de Menores Nº 1 de San Isidro. Corría el 13 de mayo y la viuda de Noble urdió una historia. Apuntalada por la complicidad de la jueza y dos testigos que resultarían falsos, manifestó haber encontrado una criatura en el interior de una caja abandonada en la puerta de su residencia. El segundo acto se concretó semanas más tarde, el 7 de julio, cuando Hejt le entregó en guarda una niña abandonada por una madre que, como se comprobaría después, nunca existió.</p> <p>A las 10.43 del viernes pasado, un hombre trajeado de gris topo abrió la puerta trasera de la camioneta Volkswagen Tiguan que traía a los hijos adoptivos de la dueña del Grupo Clarín. Con rictus severo y anteojos ahumados, Marcela y Felipe bajaron escoltados por más hombres grises. En silencio atravesaron los flashes de los fotógrafos y el remolino de noteros que los esperaba en la puerta del Juzgado Federal Nº 1 de San Isidro.<br> En el interior del edificio los aguardaba la jueza Sandra Arroyo Salgado. Los había citado a una audiencia para presentarse formalmente, pero también, y sobre todo, para marcar la cancha. Como excepción, permitió la presencia de sus abogados, Alejandro Carrió y Roxana Piña. Cumplidas las formalidades del caso, los informó de sus derechos como presuntas víctimas a conocer la causa y asistir a determinadas audiencias.<br> El clima era tenso. Arroyo Salgado fue al grano. Con firmeza les advirtió que la investigación continuaría, aun contra su voluntad, porque "no eran las únicas potenciales víctimas". Había personas –les explicó la jueza– que podían compartir su sangre y que los buscaban sin respiro desde hacía mucho tiempo. Agregó, además, que los entrecruzamientos debían hacerse en el Banco Nacional de Datos Genéticos (Bndg), donde contaban con las debidas "garantías de control y contraprueba".<br> En el epílogo de la cita, la magistrada les pidió sus consentimientos para extraer nuevas muestras o utilizar en las pruebas de histocompatibilidad las muestras de sangre, saliva y objetos personales que habían sido tomadas los días 29 y 30 de diciembre pasados. La respuesta no se hizo esperar. Ante ambas posibilidades, "los jóvenes se negaron rotundamente" fundamentando "que tienen derechos", según relató la fiscal federal Rita Molina al término de las dos horas y cuarto que duró la audiencia.</p> <p>Los allanamientos. Pasado el mediodía, los jóvenes abandonaron el juzgado como habían llegado: en un férreo silencio. La negativa a periciar las muestras en el Bndg –como determinó la Sala II de la Cámara Federal de San Martin y confirmó la Sala II de la Cámara de Casación Penal– terminó por decidir a la jueza. Sin más demoras, ordenó siete allanamientos con el objetivo de recolectar nuevos rastros que permitan obtener nuevas muestras. Esta vez, uno de los procedimientos se concretó en la propia casa de la dueña del multimedios.<br> Al promediar la tarde, según confió a Miradas al Sur una fuente ligada a la investigación, los secretarios del juzgado, acompañados por efectivos de la Policía Federal, llegaron al domicilio de Herrera de Noble. Orden judicial en mano, se llevaron prendas y objetos personales de Marcela y Felipe para extraer de los rastros biológicos contenidos en los objetos los registros de ADN que permitan avanzar con las pruebas periciales.<br> Por esas horas, la respuesta del Grupo Clarín y sus aliados no se hizo esperar. El silencio que durante años mantuvieron sobre el tema se transformó en denuncia. "Violenta", "vejatoria" e "innecesaria" fueron las palabras que utilizaron los penalistas Carrió y Piña en su intento por viciar de nulidad la orden judicial. La portada online del matutino sostenía: "Nuevo y abusivo allanamiento en las casas de los hermanos Noble Herrera".</p> <p>La última de Bergesio. Quienes conocen el expediente subrayan que la decisión de Arroyo Salgado tiene bases sólidas. Explican que los rastros tomados durante los allanamientos que concretó el juez Conrado Bergesio por orden de la Cámara Federal de San Martín –antes de ser apartado de la causa– se podrían haber deteriorado con el paso del tiempo. En los hechos, se trató de la última intervención del ex integrante del "Camarón" que engendró el dictador Alejandro Agustín Lanusse.<br> Sin embargo, no fue su última tropelía. Removido de la causa el 28 de abril pasado por los camaristas Daniel Rudi, Alfredo Mansur y Horacio Crack "para asegurar la plena vigencia del derecho en condiciones de igualdad", Bergesio "olvidó" enviarle a la nueva jueza –junto con el expediente– un tercer juego de muestras que guardaba en la caja fuerte de una de las secretarías de su juzgado. Los otros dos juegos estaban, desde el 15 de marzo pasado, en el Bndg.<br> La información, confirmada por Abuelas de Plaza de Mayo y fuentes judiciales, señala que Arroyo Salgado advirtió la ausencia del tercer juego el 12 de mayo, pero sólo después de leer los 45 cuerpos que acumula el expediente. Ese mismo día, Bergesio –removido ya por los camaristas– le asignó las llaves de la caja fuerte a Fernando Goldaracena, un secretario de su máxima confianza.<br> Cuando la jueza ordenó el traslado del material al Laboratorio de Análisis Clínicos del Cuerpo Médico Forense –el mismo día en que advirtió la irregularidad–, la caja fuerte había sido violada. Goldaracena, obturando cualquier investigación, dijo que se le había roto. El joven secretario es hijo de su homónimo, defensor del dictador Armando Lambruschini durante el Juicio a las Juntas Militares, y de otros marinos acusados por crímenes de lesa humanidad, como el capitán de navío (R) Jorge Enrique Perrén y el vicealmirante Antonio Vañek.</p> <p>Lo que vendrá. "No consiento que mi material genético sea utilizado para ningún tipo de análisis de histocompatibilidad", fue la escueta respuesta de Marcela ante las propuestas de Arroyo Salgado. "Tampoco consentimos a la utilización de nuestra sangre, ni siquiera para que se haga la comparación con las dos familias querellantes, García Gualdero y Lanoscou-Miranda", agregó Felipe. Una vez más, el cerco ideológico les impedía responsabilizar a quienes los arrancaron de sus verdaderos padres.<br> Con los rastros obtenidos durante los allanamientos efectuados el viernes pasado, Arroyo Salgado ordenará el lunes próximo iniciar las pericias en el Bndg, según lo establece la ley. La medida, además de acceder a lo requerido por Abuelas de Plaza de Mayo, tiene el consentimiento de la fiscal Molina, quien ya dictaminó que el entrecruzamiento debe hacerse con todas las muestras aportadas por los familiares de los desaparecidos durante la última dictadura.<br> En San Isidro desestiman las veladas acusaciones de los abogados Carrió y Piña. Además, lejos de la sorpresa, recuerdan que la jueza actuó de la misma forma en que lo hizo en los dos causas de hijos de desaparecidos en las que le tocó intervenir. Primero buscó que las pericias se hicieran con la conformidad de las víctimas. Se trata de los casos de Francisco Madariaga Quintela –resuelto en febrero pasado– y de la hija de Beatriz Pérez Recchia –dilucidado a principios de 2009–.</p> <p>Saturada por las zancadillas procesales que ante cada avance de la causa tendieron hasta aquí los abogados de Herrera de Noble, cuesta no perder de vista la esencia de la investigación que comenzó a cerrarse. En pocas palabras: la presunción de que Marcela y Felipe fueron fraudulentamente adoptados tras ser arrebatados a sus padres biológicos en el marco de un plan sistemático que secuestró, torturó y asesinó en las cárceles clandestinas de la dictadura. Hoy, a treinta y cuatro años de los hechos que originaron el expediente, la Justicia promete esclarecer las verdaderas identidades de los hijos adoptivos de la dueña "del gran diario argentino".</p> </div> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-52015279474782718992010-05-24T13:25:00.001-03:002010-05-24T13:25:51.689-03:00Vuelos de la muerte en Mar del Plata: “Subían a personas embolsadas o maniatadas”<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyGPth6Oe3G0uX-hiaFN9SkQtsDWdRG7cJx8VFYyzNN0_jhPBF2YjwiVal9BBrN_VaPvWqM_YnDWn89h8lC9ZySNLyyOzVMexccpX4IPhrPWfy1qRdWtvHdcuARroWCk05N2YqBQ/s1600/na03fo02-751690.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyGPth6Oe3G0uX-hiaFN9SkQtsDWdRG7cJx8VFYyzNN0_jhPBF2YjwiVal9BBrN_VaPvWqM_YnDWn89h8lC9ZySNLyyOzVMexccpX4IPhrPWfy1qRdWtvHdcuARroWCk05N2YqBQ/s320/na03fo02-751690.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5474873632689643906" /></a></p><p class="margen0"><i><font size="4">Ex conscriptos de la base donde funcionó el centro clandestino La Cueva declararon que los vuelos se hacían con un avión Albatros de la Armada. Algunas personas subían vivas y maniatadas. Otras ya muertas y embolsadas.</font></i></p><p class="margen0"><br></p><p class="margen0">"El avión se desplazaba despacito por la pista y paraba frente al radar. Entonces los reflectores apuntaban a los puestos de guardia para encandilarnos. Pero poníamos atención y alcanzábamos a ver cómo entre dos oficiales o suboficiales alzaban a personas embolsadas. Otra vez bajaron a mucha gente de un colectivo. Daban pasos cortitos, no podían caminar bien. El avioncito despegaba, a los treinta o cuarenta minutos volvía vacío y entraba otra vez al hangar. El avión tenía la insignia de la Armada."</p> <p>Los hechos tuvieron lugar durante el primer año de la última dictadura en la Base Aérea de Mar del Plata. El viejo radar era la sede de La Cueva, el centro clandestino del Grupo de Artillería de Defensa Aérea 601 del Ejército, que comandaba el coronel Alberto Barda, condenado a prisión perpetua hogareña por el Tribunal Oral Federal 5. El relato pertenece a un ex conscripto clase 1957 que el viernes declaró como testigo en el juicio al suboficial retirado Gregorio Rafael Molina –su identidad se reserva a pedido de la Justicia– y confirma que los vuelos de la muerte no sólo partieron de los aeropuertos de Ezeiza, Jorge Newbery y Campo de Mayo.</p> <p>El método argentino de desaparición de personas, que según Adolfo Scilingo bendijo la jerarquía eclesiástica, aún rinde frutos un tercio de siglo después. Más allá de condenas aisladas como las de los generales Riveros, Verplaetsen & Cía. por el asesinato de Floreal Avellaneda, cuyo cadáver apareció en la costa uruguaya, siguen impunes centenares de militares, prefectos, policías e "invitados especiales" que según Scilingo también participaban en los vuelos. El único procesado por ese delito es el capitán retirado Emir Sisul Hess, quien contó en privado que los enemigos "caían como hormiguitas", y está en veremos la situación del teniente de fragata extraditado Julio Alberto Poch, quien la semana pasada declaró durante horas ante el juez federal Sergio Torres para convencerlo de que fue malinterpretado por sus colegas holandeses.</p> <p>Los relatos que reactualizan el tema tienen un doble valor adicional: pertenecen a ex conscriptos, testigos centrales del terrorismo de Estado que recién ahora sienten que cuentan con las garantías necesarias para hablar, y tuvieron lugar durante un juicio oral y público, ante un tribunal de la Nación y mirando a los ojos al imputado, un torturador y violador de mujeres secuestradas que perteneció a la Fuerza Aérea Argentina.</p> <h3><span class="fgprincipal">Línea directa con Hooft</span></h3> <p>"En la base aérea había doscientas personas, incluidos ciento sesenta conscriptos, la mayoría del interior. En cinco meses nos conocíamos todos", resume ante Página/12 en la sede del Programa Nacional de Protección de Testigos uno de los dos hombres que el viernes declararon durante horas y terminaron aplaudidos por sobrevivientes y familiares de desaparecidos. La condición para la entrevista es que se preserven identidades y rostros.</p> <p>Uno padeció el servicio militar obligatorio en la oficina de comunicaciones de la base, destino que le permitió conocer a todos los interlocutores de los represores. "Tenía setenta internos. Después del golpe agregaron otro, creo que el 32, que comunicaba a quienes pedían por inteligencia. Empecé a escuchar y me di cuenta de que ahí abajo tenían a los detenidos", recuerda.</p> <p>"Había un tipo que jodía con los hábeas corpus, un tal Hooft", declaró el viernes ante los jueces Juan Velázquez, Beatriz Torterola y Juan Carlos París. El nombre no sorprendió a los querellantes marplatenses: se refería el juez Pedro Federico Hooft, que continúa en funciones con varios pedidos de juicio político en el haber por su actuación durante la dictadura. "Hooft siempre pedía hablar con inteligencia. Cuando no atendían, el interno decía 'va a ir el doctor Cincotta'", agregó. Eduardo Cincotta era un militante de la Concentración Nacionalista Universitaria (CNU), organización que sembró de muertos Mar del Plata durante 1975. Después del golpe se integró a los grupos de tareas del GADA 601 y murió el año pasado, a poco de haber sido detenido y procesado.</p> <p>A diferencia de los conscriptos marplatenses, a quienes los militares trataban de mantener al margen de la represión ilegal, los del interior debían participar de operativos en la ciudad y también cubrir guardias externas, que les permitían conocer los movimientos de la base, e internas, durante las cuales tenían breves contactos con los secuestrados. "Sólo había un mínimo diálogo cuando pedían ir al baño. Teníamos que darles una capucha y ponernos otra nosotros para no vernos las caras", recuerda el hombre en referencia a las famosas medidas de contrainteligencia por cuyo relajamiento en la ESMA reniegan Pernías, Rolón & Cía. "Teníamos prohibido hablar", agrega y se enorgullece de haber burlado la orden: le informó a un abogado marplatense dónde estaba secuestrado, le dio una birome para que escribiera una carta y se la hizo llegar a su familia. "No me animé a tocar timbre, la dejé en la puerta", agrega.</p> <p>Si bien la base era de la Fuerza Aérea, los interrogadores, que llegaban al atardecer y hacían su trabajo sucio durante la madrugada, pertenecían a inteligencia del Ejército, responsable primario de la represión ilegal. Los colimbas los llamaban "los verdugos". Una tarde de lluvia camino a La Cueva los dos hombres hicieron escala en la oficina de comunicaciones y entre mate y mate mostraron la picana eléctrica, que llevaban en un estuche. "No dijeron nada sobre su uso y no me animé a preguntar."</p> <p>Los dos ex conscriptos, que entonces tenían veinte años, recuerdan a Molina como un personaje excéntrico. "Andaba lleno de granadas, cuchillos, cargadores, tipo Rambo, le faltaba un paracaídas, era fantástico." La otra característica, que los sobrevivientes también recuerdan, era el olor al perfume. "Era un tipo pulcro, siempre bien arreglado y perfumado", contaron ante el tribunal.</p> <p>–¿Recuerda qué perfume usaba? –quiso saber un juez.</p> <p>–No lo sé, doctor, pero en un cuartel un buen jabón de tocador ya es perfume –respondió y generó sonrisas en medio de tanta tragedia.</p> <h3><span class="fgprincipal">Bolsas desde La Cueva</span></h3> <p>"En la base había un solo avión, chiquito, que piloteaba (Gonzalo) Gómez Centurión. Después trajeron el Albatros de la Marina. Entonces empezaron los vuelos a la noche. Salía el avioncito, pasaban veinte, treinta minutos, y volvía. Decían que a la gente la llevaban semidormida y la tiraban al mar", declaró ante el tribunal el ex colimba de comunicaciones, en base a relatos de compañeros.</p> <p>Testigos directos a pesar de los reflectores eran los soldados que cubrían los doce puestos de guardia externa, desde donde no sólo veían entrar a los secuestrados encapuchados en los autos de civil de los grupos de tareas. "Una noche vi cargar cinco o seis bolsas al avión. Las subían entre dos, se conoce que eran pesadas. Otras veces las arrastraban desde una punta. Esas bolsas salían desde La Cueva", explica a Página/12 el hombre de rostro curtido y mirada serena.</p> <p>"Una vez vi salir gente del radar hacia los aviones. Los llevaban atados de los pies, seis o siete personas. Iban a los saltitos, subían como podían", contó el día anterior, y agregó: "El avión tenía la insignia de la Armada", dato curioso por tratarse de una base de la Fuerza Aérea y un centro clandestino del Ejército, que acondicionó el viejo radar abandonado para achicar distancias con Mar del Plata y así poder arrancar información rápido para retomar la cacería.</p> <p><strong>–¿Qué se siente después de declarar?</strong> –pregunta el cronista.</p> <p>–Alivio. Es imposible vivir toda la vida con esa cruz. Fueron muchos años sin hablar, con trastornos psicológicos. Nadie se ocupó de nosotros. Hasta hoy nuestras familias no creen lo que vivimos, piensan que estábamos locos, dicen "¿cómo van a tirar gente al mar?". Les vamos a llevar el diario para que lo crean. Uno siempre estuvo dispuesto a poner un granito de arena, pasa que el temor siempre existió.</p> <p><strong>–¿Por qué ahora sí?</strong></p> <p>–Vemos que la situación está cambiando, que hay garantías, que se puede tener más confianza en la Justicia. Todavía hay miedo pero de a poquito se va a ir perdiendo. Cuando otros colimbas se den cuenta de que acá no hay ningún lucro, que no es una pavada para sacar una nota, que es para esclarecer la verdad y que esta vez vamos en serio, van a empezar a hablar, todos van a hablar.</p> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-9539262480007776072010-05-17T23:58:00.001-03:002010-05-17T23:58:47.976-03:00El Vesubio: señalan a torturadores y complican a Bagley<font size="4"><em>Un ex detenido-desaparecido dijo que la empresa de galletitas era la única que tenía la dirección en la que lo secuestraron</em></font><br clear="all"><font size="4"> <p><font size="2">Buenos Aires, 17 de mayo (Télam).- Un sobreviviente del ex centro clandestino de detención El Vesubio complicó hoy a los acusados por delitos de lesa humanidad en la última dictadura al identificarlos como guardias y torturadores, en el primer testimonio dado en el juicio oral en su contra. </font></p> <p><font size="2"><em>'Buscaban que yo denuncie a otros militantes, ese era el objetivo central, pero lo que llamaban inteligencia era una cosa muy bruta, no era a lo Sherlock Holmes, era con picanas y golpes para intentar destruir a otras personas',</em> contó <strong>Jorge Federico Wats</strong>, de 61 años, al Tribunal Oral Federal 4. </font></p> <p><font size="2">Wats abrió la ronda de centenares de testigos que pasarán por el juicio que se sigue al coronel retirado Pedro Durán Saenz, quien fue identificado por Wats como uno de los jefes del Vesubio hasta 1977. </font></p> <p><font size="2">También están sentados en el banquillo el coronel retirado Hugo Pascarelli y el general retirado Héctor Gamen. </font></p> <p><font size="2">Además se juzga a los ex miembros del Servicio Penitenciario Federal Ramón Antonio Erlán, José Néstor 'Paraguayo' Maidana, Roberto Carlos 'Sapo' Zeolitti, Diego Salvador 'Palacio' Chemes y Ricardo Néstor 'Pájaro' Martínez, todos con prisión preventiva. </font></p> <p><font size="2">El testigo y actual comerciante era militante de 'Guardia comunista' y obrero de la empresa Bagley, donde fabricaba galletitas, comentó. </font></p> <p><font size="2">De esta empresa en el barrio porteño de Constitución fue secuestrado el sábado 22 de julio de 1978, a las 13, cuando salía de su turno laboral. </font></p> <p><font size="2">El año pasado publicó 'Memorias del Infierno', un libro donde narró lo ocurrido durante 58 días de cautiverio ilegal en El Vesubio hasta que fue 'blanqueado' y llevado a una cárcel común a disposición del Poder Ejecutivo. </font></p> <p><font size="2"><em>'Fue una patota, cortaron la calle y habían llevado a un compañero mío secuestrado para que me señale',</em> recordó. </font></p> <p><font size="2">Y sugirió que pudo haber colaboración de Bagley porque el día anterior lo habían buscado en casa de su suegro, donde estaban sus hijos de entonces dos y seis años. </font></p> <p><font size="2"><em>'Yo no vivía allí pero había dado esa dirección en la empresa por seguridad, en el único lugar donde la tenían era en la dirección de Personal de Bagley, tal vez la hayan suministrado ellos',</em> agregó. </font></p> <p><font size="2">Wats contó que fue torturado durante tres días. 'Repetía el nombre de mi hijo mayor, Sergio, y no me sacaban de ahí'. </font></p> <p><font size="2"><em>'El tratamiento era como el de un cadáver que todavía vivía y una enorme cicatriz en la rodilla que acá el imputado Maidana colaboró a empeorar',</em> refirió mirando al acusado en la sala. </font></p> <p><font size="2">Y contó que Maidana era uno de los guardias del lugar y que un día lo golpeó y pateó porque él y otro detenido cantaron el Himno Nacional luego del asesinato a patadas de un militante de su partido, Luis Perez, porque pedía a gritos 'agua y un médico'. </font></p> <p><font size="2">'Estos cuatro imputados sentados juntos eran guardias cuando yo estuve y Zeolitti(otro acusado) fue de una época anterior', refirió en relación a los ex penitenciarios que son juzgados. </font></p> <p><font size="2"><em>'Ellos decían que libraran la tercera guerra mundial y que la ganaban. Semejantes estúpidos', </em>concluyó.(Télam) </font></p></font> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-70979387621554755722010-05-17T23:37:00.001-03:002010-05-17T23:37:27.902-03:00Será Justicia<p class="mobile-photo"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6dRGwvTUoFnrHzS7M8TZ-T6A3IVNYIgOzmOgBazAQD9vpxcLgXKT-95g9aPKhnv3xf6spl6QeWE4GLqNnqaDA2TETMSW9TXAD4meeQm56hD_Q4zBeGCFL-FJ5nyrmh-XOF10tAQ/s1600/63557-747903.jpg"><img src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6dRGwvTUoFnrHzS7M8TZ-T6A3IVNYIgOzmOgBazAQD9vpxcLgXKT-95g9aPKhnv3xf6spl6QeWE4GLqNnqaDA2TETMSW9TXAD4meeQm56hD_Q4zBeGCFL-FJ5nyrmh-XOF10tAQ/s320/63557-747903.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5472433644268734130" /></a></p>Por Alberto Elizalde Leal<br>Para <a onclick="return top.js.OpenExtLink(window,event,this)" href="http://www.elargentino.com/nota-91007-Sera-Justicia.html" target="_blank">El Argentino</a><br clear="all"> <p>"Porque hay y ha habido quien <br>creyó y cree que, asesinando <br>personas, asesina también los <br>pensamientos y los sueños, que <br>a veces son palabras y a veces <br>son silencios." *</p> <p>El 16 de mayo de 1970, un grupo de oficiales y suboficiales del Regimiento 7 de La Plata voló con explosivos sustraídos de los arsenales de su unidad la sede platense de la Asociación Mutual Israelita Argentina, en la calle 4 entre 51 y 53, a una cuadra de la sede del gobierno provincial. El grupo operativo, compuesto por cinco oficiales, dos suboficiales y dos soldados estaba inspirado por la ideología nacionalista y católica pregonada por el teórico Jordan Bruno Genta y el Opus Dei. Creían firmemente, al igual que muchos de sus camaradas de armas y funcionarios del estado dictatorial que encabezaba el General Onganía, que los judíos y los comunistas eran dos caras del mismo monstruo que acechaba a la Argentina.<br> Dos semanas después del atentado a la Amia platense, los mismos actores organizaron un atentado contra el Centro de Estudiantes de Ingeniería que fracasó por falla del explosivo. Detenidos y juzgados por un tribunal militar fueron condenados, en diciembre de 1971, a penas menores de prisión que no fueron cumplidas debido al indulto que el presidente Alejandro Agustín Lanusse les concedió días después que se expidiera la corte militar.<br> Dos de los cabecillas del grupo terrorista, los ex tenientes Osvaldo el Indio Antinori y Julio Jorge Ianantuoni siguieron un derrotero previsible, partícipes de las bandas de ultraderecha que, con distintos nombres, conformaron la triple A primero y los grupos de tareas durante la dictadura de Videla después, expertos en atentados, secuestros y asesinatos, muchas veces realizados en provecho propio con la estructura, los medios y la impunidad que el Estado terrorista les brindaba.<br> Ya en democracia, Ianantuoni y Antinori siguieron con sus andanzas hasta que fueron imputados y están siendo juzgados por delitos de lesa humanidad. Otros de los protagonistas de ese Tribunal Militar de 1971, fiscales y defensores, se vincularon con los carapintadas que se levantaron contra el gobierno de Alfonsín y siguieron su militancia antidemocrática y reivindicativa de los crímenes dictatoriales.<br> El hilo histórico que une el atentado contra la institución platense, la actividad de los paramilitares, el terror estatal de 1976, las insurrecciones carapintadas en democracia y la voladura de la Embajada de Israel y la Amia Capital Federal, debería hacerse cada vez más evidente a medida que avanza la investigación, el juzgamiento y la condena de esos crímenes en distintos juzgados del país. Pero también es cierto que –a veces– la mala memoria, el desconocimiento o el silencio cómplice ocultan ese hilo hasta volverlo invisible. Resulta llamativo que muy poca gente en La Plata recuerde la primera Amia, que si bien no produjo víctimas personales, destruyó la sede de una institución que desde el año 1907 promueve el desarrollo de la comunidad judía platense. Más llamativo aún resulta que ni en la propia página Web de la Amia se haga mención al atentado y que en su sede, ni una placa ni una leyenda, recuerde su destrucción y su renacimiento. </p> <p>"Tal vez por eso temen los de <br>arriba, porque quien tiene <br>memoria, en realidad tiene en su futuro una puerta. Somos muchos y muchas los que al buscar la <br>memoria estamos buscando partes de nuestro rostro. Quien nos pide que olvidemos, nos pide que <br> sigamos incompletos, usando las prótesis que el Poder oferta."*</p> <p>El 12 de abril de 2010, a 40 años de su voladura, en la sede platense de la Amia se constituyó el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 para juzgar los delitos cometidos contra detenidos políticos por 11 agentes y tres médicos del Servicio Penitenciario Bonaerense en la Unidad 9 de La Plata, durante los años 1976 a 1978. Como una suerte de revancha histórica, el anfiteatro que en el pasado fue el blanco de un atentado antisemita, simboliza hoy no sólo la determinación del Estado democrático para juzgar los delitos dictatoriales, sino una posibilidad más de aunar experiencias individuales y colectivas como materia prima para la reconstrucción de la memoria social. <br> Mi memoria, nuestra memoria, no es una simple ráfaga de imágenes o un pantallazo de caras y sensaciones, no es tampoco la incómoda comprobación de que la edad y la distancia borronea hasta lo imposible lo que aparecía antes como imborrable. La memoria es, ante todo, esfuerzo, reflexión, lucha contra el miedo y la angustia, rescate de los detalles, los olores, los sonidos y las emociones. La memoria es –debería ser– combate contra el olvido, la mentira y la muerte. <br> Parte de ese combate se libra en estos días en el juicio que lleva adelante el tribunal conformado por Carlos Rozanski, Roberto Falcone y Mario Portela. El proceso se extenderá a lo largo de varios meses y cuenta con el antecedente valioso del Juicio por la Verdad que la Cámara Federal de La Plata realizó en 1998 con la presidencia de Leopoldo Schiffrin y el concurso de los jueces Pacilio y Reboredo. Más tarde –tras la anulación de las leyes de obediencia debida y punto final–, el tesón de la secretaria Ana Cotter y el fiscal Félix Crous permitió que comenzaran a sustanciarse las primeras actuaciones del acto procesal en curso. <br> El juicio comenzó con la acusación del fiscal Hernán Schapiro que fue leída ante la presencia de los acusados, trasladados desde temprano desde la cárcel de Marcos Paz. Allí se encuentran alojados los once agentes penitenciarios gracias a la insistencia de los abogados querellantes que lograron la anulación de la detención domiciliaria que gozaban alguno de ellos.<br> En el escenario de la Amia se ubican, como en una tragedia griega, los antagonistas. De un lado, los reos y sus defensores; del otro, los abogados que representan a los querellantes. Al frente, como árbitros inapelables del drama, los jueces y el fiscal. En el centro, solo, con un micrófono, el sillón de los testigos. <br> En ese sillón nos sentamos quienes testificamos en el juicio. Nos paramos cuando el tribunal nos invita a reconocer a los reos, caminamos dos o tres breves pasos hasta quedar frente a ellos y, venciendo definitivamente cualquier fantasma, cualquier inquietud, cualquier miedo, levantamos la mano, los señalamos con el índice y decimos con voz que suena extrañamente tranquila y pausada: "Ese señor es el Nazi Reybanera, ese señor es el Vietnamita Peratta, ese señor es el cabo Basualdo..." y así con todos los que recordamos. Regresamos al sillón y, de reojo, vemos el relámpago de una sonrisa en la cara de nuestros abogados: ahí están Inti Pérez Aznar, por la Secretaría de DD. HH. de la Nación; Andrés Benencia y Marcelo Ponce Núñez, por la CTA La Plata; Marta Vedio y Oscar Rodríguez por la Apdh La Plata, y Guadalupe Godoy, por Justicia Ya. <br> Del otro lado, en las filas de los acusados, campean el abatimiento y la resignación. Las miradas huidizas y los hombros encorvados hablan a las claras de su confusión, del quiebre de su espíritu al verse tras las rejas. Los acusados se sienten derrotados y maldicen su destino en silencio, solos, aislados de todo, incapaces de pensar, sentir y vivir con el otro, para el otro, incapaces de entender que este combate lo ganamos porque somos todos y somos uno. Como antes, como siempre.</p> <p>* Del saludo que el comandante<br>Marcos dirigió a los argentinos<br>el 24 de marzo de 2010.</p><br> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-86439116545036231502010-05-10T19:37:00.001-03:002010-05-10T19:37:51.060-03:00Advierte sobre un "Punto Final biológico"<div><font size="4"><em>La Unidad Fiscal de la Procuración que sigue las causas de la dictadura expresó preocupación por demoras en los juicios y por falta de coordinación para agilizar los procesos judiciales en Tucumán, Mendoza, Chaco y La Plata, entre otras jurisdicciones.</em></font></div> <div> </div> <div>La Unidad Fiscal a cargo del seguimiento de causas a represores expresó su preocupación por las "demoras" en los juicios, un problema que afecta a las fiscalías de todo el país, y señaló que se está trabajando para que la muerte de los imputados "no sea un Punto Final Biológico" que fomente la "impunidad".</div> <p>Así lo plantearon a Télam el director y vicedirector de la Unidad Fiscal de Seguimiento y Control de las causas por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar, Jorge Auat y Pablo Parenti, que explicaron que "la Justicia está llegando tarde" y "el tiempo que se pierde es irrecuperable".</p> <p>Para graficar la situación, mencionó el caso de la provincia de Tucumán, donde falleció un imputado (el ex militar Albino Zimmerman) y otro está en terapia intensiva (ex militar Albino Cattáneo) mientras se desarrollaba el juicio al represor Antonio Domingo Bussi.</p> <p>Para evitar demoras, la Unidad Fiscal, que funciona bajo la órbita del Ministerio Público (Procuración General de la Nación), trabaja con cada una de las fiscalías del país para hacer un seguimiento de las causas por violaciones a los derechos humanos y asistirlos para que éstas lleguen al juicio oral.</p> <p>A las fiscalías de todo el país proponen como metodología de trabajo la unificación de causas por Centros Clandestinos de Detención (CCD), para lograr "juicios más grandes" y "más significativos", y para economizar tiempo.</p> <p>Es que el paso del tiempo no es sólo un riesgo por la muerte de los imputados sino también para los testigos, que están expuestos mientras dura el juicio, con el agravante de que muchas veces al excederse los plazos procesales, los jueces terminan liberando a los imputados.</p> <p>"Estas decisiones benevolentes de ciertos jueces de liberar a algunos imputados incrementa el temor de los testigos y también el riesgo de fuga, lo que entorpece la causa en su camino al juicio oral", dijo Auat.</p> <p>Agregó que "un testigo que tiene miedo es una prueba colapsada" y señaló que "muchos represores siguen vinculados a la seguridad privada, y cuentan con recursos humanos y económicos debido a que mantienen sus cargos dentro de las Fuerzas", para justificar el temor que puede despertar en un testigo su liberación.</p> <p>Auat mencionó también el caso del Chaco, con la causa Margarita Belén, donde -dijo- "la Cámara de un modo absurdo hizo lugar a un habeas corpus, que significó a la causa no sólo una parálisis de dos años sino tambien un prófugo".</p> <p>Dijo que "estos jueces no están más, pero el daño es irreparable", y agregó que "no se gana nada con que se los destituya después porque el tiempo se perdió", y hoy la hoy la causa tiene un imputado que no va a estar porque se está tramitando la extradición porque lo encontraron en Brasil".</p> <p>Se trata del mayor retirado Norberto Raúl Tozzo, detenido en el 2003 y luego liberado que en septiembre del 2008 fue interceptado por Interpol en Río de Janeiro (Brasil) luego de 3 años y 5 meses de estar prófugo.</p> <p>Repitiendo esta modalidad, recientemente la Sala II de la Cámara Nacional de Casación Penal dejó en libertad bajo fianza a tres represores de la última dictadura procesados en la causa Díaz Bessone (ex Feced), con juicio oral previsto para el 21 de julio próximo, acusados de privación ilegal de la libertad, tormentos, homicidio calificado y asociación ilícita calificada, cometidos en Rosario durante la última dictadura militar.</p> <p>Parenti dijo que cuando los responsables de avanzar, que son los operadores judiciales, no lo hacen, lo que están ponderando es el discurso de la "impunidad", y señaló que el Poder Judicial todavía "no tuvo el grado de renovación necesaria o saludable", y continúa actuando con "cultura propia, características de elite y falta de apertura hacia la sociedad".</p> <p>Hasta hoy, existen 199 personas condenadas, aunque sólo dos con condena firme (Miguel Osvaldo Etchecolatz y Julio Simón, alias "el turco Julián"), de un total de 634 imputados en todo el país a partir de la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.</p> <p>Auat explicó que otro problema que enfrentan en las distintas jurisdicciones es el de "causas aisladas", que resultan en "juicios raquíticos" y "poco significativos" en cuanto a "la reconstrucción histórica de los hechos".</p> <p>Para ejemplificar citó el caso de Tucumán, epicentro de la represión en el noroeste del país donde, dijo, "no pueden existir juicios con un solo imputado", en referencia a la causa (Guillermo) Vargas Aignasse.</p> <p>Parenti mencionó también el caso de Mendoza, donde "se registra una mora en la investigación y juzgamiento" de los imputados y donde, incluso, fueron destituídos miembros del Poder Judicial con imputaciones por participación en algún tipo de delito durante la dictadura militar".</p> <p>"En Mendoza, había un componente claro de interés directo en que las causas no avancen. El tema es que hasta que esto ocurrió cuánto tiempo se perdió. Ese tiempo es irrecuperable, ese es el problema", reflexionó Parenti.</p> <p>Un caso que muestra un mejor funcionamiento de los procesos en estas causas es, según precisó Parenti, Neuquén, donde -dijo- "las causas avanzaron naturalmente en sentido correcto, con un buen trabajo del juzgado y de la fiscalía".</p> <p>Citó también el caso de La Plata, que "empezó bien, formando causas por centros clandestinos, pero sin embargo luego entró en etapa de letargo que ahora se está tratando de revertir".</p> <p>En cuanto a la mega causa del Primer Cuerpo del Ejército, que se tramita en el juzgado federal número 3 del juez Daniel Rafecas, admitió que "estuvieron bien organizadas, los casos se acumularon por centros clandestinos, con juicios robustos y significativos".</p> <p>Dijo también que "un trabajo importante se realizó en Santa Fe, dónde había una gran dispersión de causas y se logró armar con la fiscalía un plan de trabajo para acumular estos casos".</p> <p>Recordó que "el plan fue presentado ante el juzgado, que lo aceptó", y reconoció que "hoy" existe en Santa Fe una "causa bien conformada que permite avisorar que en el futuro va a haber un juicio grande".</p> <p>Admitió que "en algunos lugares cuesta más" y citó el caso de Córdoba, con la causa Menéndez por los hechos en La Perla, (uno de los mas grandes centros clandestinos del país), donde "las causas sufrieron gran dispersión y se empezaron a atomizar casos, a desgajar parte de la causa y a formar varias causas".</p> <p>Según dijo, "hace más de dos años venimos proponiendo volver a juntar y formar la causa La Perla, para ir a un juicio grande que refleje la dimensión de la represión en Córdoba".</p> <p>Mencionó también el problema que tuvieron en Córdoba con la jueza Cristina Garzón de Lascano, que llevaba la causa La Perla "con la metodología inadecuada" y, además, tenía imputados detenidos en el Tercer Cuerpo del Ejército, cuando la ley indica que tienen que estar en cárceles comunes.</p> <p>"Se tuvo que llevar a la Cámara acta y fotos para poder sacar a los detenidos de esa unidad militar", recordó.</p> <p>En cuanto a la otra mega causa, la de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), ambos coincidieron en que "la causa estuvo bien conformada en cuanto a su objeto procesal", por lo que tuvo un "buen comienzo", pero "luego hubo algunas elevaciones parciales más pequeñas" que corrieron el rumbo.</p> <p>"Esta metodología se fue corrigiendo y ahora hay elevaciones más sustanciales", explicó.</p> <p>La idea es, según resumió Auat, "reunir los hechos vinculados entre sí, analizar la prueba común y, a la hora de imputar, hacerlo a la mayor cantidad sobre los que hay prueba para conseguir un juicio robusto".</p> <p>Según Auat, "las leyes dicen claramente lo que hay que hacer" y sólo se trata de que "el Poder Judicial (Cámaras Federales y Jueces de Instrucción) tomen las medidas que tienen que tomar para que la Justicia dé las respuestas adecuadas que espera la sociedad".</p> <p>"No hace falta sacar una ley que diga que hay que acumular causas, está en la ley. Cuando los casos están relacionados y los imputados son los mismos, el Código dice que hay que conectar las causas", subrayó.</p> <p>Auat y Parenti destacaron como un logro importante de estos tres años de trabajo el hecho de que "las causas no tengan sólo una mirada local".</p> <p>"Hay instituciones que están mirando lo que sucede en cualquier rincón del país, no es que sólo les interesa a los locales, es una mirada nacional, la acumulación de causas recorrió el país", consignó Auat.</p> <p>Dijo también que de a poco "los tiempos judiciales cambiaron" proque "los jueces y fiscales saben que hay un control exhaustivo de lo que están haciendo, pero también que cuentan con la colaboración de la Unidad Fiscal para fijar pautas generales y para hacer planes de trabajo". </p> Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9054620.post-77128858018136253022010-05-09T19:08:00.001-03:002010-05-09T19:08:38.290-03:00La verdad sobre Gabriel<div class="volanta" id="Vol"> </div> <div class="volanta">Por Daniel Cecchini</div> <div class="titulo" id="Tit"><span class="time">09-05-2010 / </span></div> <div class="descripcion" id="Desc"><a href="mailto:dcecchini@miradasalsur.com">dcecchini@miradasalsur.com</a><br><br> <p>Usted está aquí para prestar declaración sobre la muerte de Gabriel Diego Galíndez. ¿Jura o promete decir la verdad en todo cuanto manifieste y le fuere preguntado?", me dice el juez.<br><br>Es miércoles a mediodía y llueve en La Plata. Hace apenas cinco minutos terminé de fumar el último cigarrillo de la espera en el enorme balcón del primer piso del antiguo Hotel Provincial, transformado en sede de la Cámara Federal de Apelaciones. Ahora, en una sala en la que aún no se han borrado todas las huellas de viejos lujos, miro hacia el estrado donde hay dos jueces y una secretaria; enfrente hay un fiscal y, a mi lado –la Justicia así lo dispone–, un defensor oficial que no me habla. Es el escenario de un juicio por la verdad y estoy ahí para declarar lo que sé sobre la desaparición y muerte de Carlos, es decir de Gabriel Galíndez. Soy un testigo y, como tal, me preguntan si juro o prometo decir toda la verdad.<br> <br>Sí, contesto.</p> <p>Trato de recuperar los hechos, de ser todo lo preciso que me permiten 33 años de distancia. Tal vez por eso –pienso mientras empiezo a contar– un día del resto de mi vida decidí meterme a cronista, tal vez para esto. Para contar que a Gabriel lo secuestraron una tarde de mayo de 1977, en los días previos al 25, en un departamento, el primero del pasillo, de la calle 16 entre 66 y 67, cerca del Hospital de Niños, en La Plata. Que llegaron en camiones del ejército y que hubo un tiroteo y que Gabriel, finalmente, se entregó.<br> <br>¿Usted fue testigo presencial?, me pregunta uno de los jueces.<br><br>Pienso, pero no le digo, que si hubiera estado allí, ese día a esa hora y en ese lugar, difícilmente podría estar aquí ahora. Le digo, en cambio, que no, que lo sé por una compañera que vio desde lejos el operativo y habló con los vecinos, y que uno de ellos –un señor mayor– le dijo que había habido un tiroteo y que se habían llevado a un rubiecito que había salido con las manos en alto; que lo sacaron a empujones y lo subieron a un camión.<br> <br>¿Y cómo sabe que se trataba de Gabriel Galíndez?, me pregunta uno de los jueces, el otro.<br><br>Porque esa casa –le explico– la conocíamos solamente cuatro. Que el Tano era alto, de bigotes y pelo bien oscuro; que el Negro era la imagen que su apodo indicaba, y que yo, bueno, yo, como puede ver, estoy acá. Así que era Carlos, le digo.<br> <br>¿Carlos?, me pregunta el mismo juez.<br><br>Sí, Carlos.<br><br>¿Cuando habla de Carlos está hablando de Gabriel Galíndez?, insiste, supongo que para que quede asentado con claridad.</p> <p>Yo conocí a Carlos. A Gabriel Galíndez no. Hasta hace muy poco –si se tiene en cuenta que pasaron 33 años–, no supe que Carlos se llamaba Gabriel. Aunque militáramos juntos durante más de un año. O precisamente por eso. Él nunca llegó a saber mi nombre. <br> <br>Nos llevábamos bien y mal. Nos gustaban los Beatles y la música barroca –a él, sobre todo, los conciertos para flauta–; y los dos éramos hinchas de Estudiantes de La Plata, pero a la cancha fuimos irresponsablemente juntos una sola vez. Esa tarde el Pincha perdió. En esas cosas nos llevábamos bien. <br> <br>En otras chocábamos duro, como sólo pueden chocar dos jóvenes de 20 años que se enfrentan, cómo sólo podían discutir un ex boy scout proletarizado y un egresado del Colegio Nacional que, aun cavando zanjas para un contratista de Gas del Estado, no podía renunciar a sus aires de librepensador. Lo recuerdo rojo de furia –tan rojo que se le borraban las pecas–, con los puños cerrados, gritándome en medio de una reunión. Corrían las últimos meses de 1976 y él leía –para después discutirlo– un editorial de El Combatiente con una voz alta que, dadas las circunstancias, era poco más que un susurro. "El sendero revolucionario, iluminado por la potente luz del marxismo leninismo...", venía leyendo. "Por cómo nos va, parece que ilumina como una bombita de 40", lo interrumpí. Me guardo lo que siguió.</p> <p>Sí, Carlos era Gabriel Galíndez, le digo al juez.<br><br>Carlos era un nombre de guerra, entonces, me dice.<br><br>Sí, digo yo.<br><br>¿A qué organización pertenecían?, pregunta el mismo juez. Para que quede asentado.<br> Militábamos en el Partido Revolucionario de los Trabajadores, y cumplíamos tareas en la Juventud Guevarista, para que quede asentado, le digo yo.<br><br>¿Esa casa era una casa segura?, pregunta el otro juez.<br><br>En esa época no había ninguna casa segura, le contesto.<br> <br>Lo que se llamaba una "casa segura"..., insiste.<br><br>Una "casa segura", sí.<br><br>Y usted dice que a Gabriel Galíndez se lo llevaron de ese departamento en mayo de 1977...<br><br>Sí, la semana anterior al 25 de mayo. No puedo precisar la fecha exacta.<br> <br>Porque..., empieza a decir el juez.</p> <p>Claro, los datos no concuerdan, se contradicen. Y precisamente por eso develan –una vez más, como cada hecho singular– lo siniestro de la lógica sistemática del terrorismo de Estado. Porque la versión que la policía le dio a la familia dice que Gabriel Galíndez murió a mediados de octubre del '77, en un enfrentamiento en las afueras de La Plata. La madrugada del 16 de octubre, el portero eléctrico sonó, ominoso, en la soledad del departamento de Nora, la madre de Carlos. "Soy un compañero de Gabriel", dijo una voz de hombre desde la calle, "murió en un enfrentamiento; búsquelo". Unos días antes, Nora se había entrevistado con un asistente del arzobispo de La Plata, monseñor Plaza, para pedir noticias del paradero de su hijo. La respuesta –qué otra cosa era si no– llegó esa madrugada del 16 de octubre, de una voz que no era la de ningún compañero de Carlos. La peregrinación de Nora por las comisarías platenses terminó –por indicación de la propia policía– en una cochería de la calle 12. Allí, a cambio de una fuerte suma de dinero, se comprometieron a ubicar el cuerpo que todavía seguía secuestrado, desaparecido, ahora a la espera de un rescate. Al día siguiente, la madre y el tío de Gabriel fueron fotografiados e intimidados en el Departamento Central de Policía, antes y después de que pudieran ver finalmente el cadáver, con un balazo en la cabeza. Pesaba 20 kilos menos que la última vez que lo habían visto. Por orden de la Bonaerense, no hubo velatorio y sólo tres personas pudieron asistir al entierro. Todo esto lo contó Carmen, la tía de Gabriel, un rato antes que yo.</p> <p>Porque a la familia le entregaron el cuerpo en octubre de 1977, termina de decir el juez.<br>Lo secuestraron en mayo, repito. Y, dos días después secuestraron al Negro, a Alberto Farías, en la casa de sus padres, digo también. El Negro sigue desaparecido.</p> <p>La verdad sobre Gabriel Galíndez, sobre Carlos, sobre su desaparición y su muerte, la conocíamos desde hacía tiempo. Desde que Pedro, uno de sus hermanos, y yo pudimos ensamblar dos hechos: su secuestro en mayo y su asesinato en octubre de 1977. Ahora, 33 años después, la conoce también la Justicia.<br> <br>En el medio quedan el horror y la oscuridad de sus cinco meses de detención ilegal, hasta su ejecución. También siguen ocultos los nombres de sus secuestradores y de sus asesinos, protegidos por las sombras cómplices del terrorismo de Estado que se prolongan hasta hoy. <br> <br>Establecida la verdad, todavía no hay justicia para Gabriel.<br><br>Afuera sigue siendo miércoles. Y no para de llover.</p></div> Unknownnoreply@blogger.com0